La impugnación de acuerdos sociales, los aumentos de capital que diluyen las participaciones de los socios minoritarios, la violación del derecho de información o los desacuerdos en la profesionalización de la gestión, son algunos de los conflictos más habituales que surgen en las Empresas Familiares.
Las Cámaras de Comercio contribuyen a la solución extrajudicial de los litigios de carácter mercantil, facilitando la infraestructura para realizar arbitrajes e impulsando mecanismos a la solución judicial.
Así, las Cámaras, que realizan tradicionalmente arbitrajes en el ámbito mercantil, han creado una sección, para los problemas que surjan en el ámbito societario, especializada en Empresa Familiar.