CON MANOS TEMBLOROSAS
El autor entiende que, el consejo que hemos recibido del pensamiento constitucional básico es que a al hora de modificar una Constitución vigente hay que actuar con manos temblorosas.
El autor analiza el anuncio del Gobierno al llegar al poder de plantear una reforma de nuestra actual Constitución. Se trata de un reforma parcial, aunque necesita de un posterior referéndum, por afectar al Título II, que regula la institución básica de la Corona.
Según Manuel Ramírez Jiménez, a la hora de reformar la Constitución, se temía y se teme que surgirán mil voces añadiendo, modificando o suprimiendo otros mil aspectos, no contemplados en un principio.
La petición de “con manos temblorosas” se opondrá siempre a una torpe creencia de que la soberanía o parte de ella está también en cualquier lugar del territorio español, en cualquier partido y hasta en cualquier individuo, para el autor, siempre se olvida que, según la doctrina clásica, recogida en el artículo primero de nuestra Constitución, pertenece “al pueblo español, del que emanan todos los poderes del Estado”.
Respecto a la reforma del Senado el autor opina que parece una demanda derivada de su casi nula trascendencia en esto años.
De igual forma Manuel Ramírez Jiménez cree, que sería bienvenido el cambio no discriminatorio a la hora de fijar el orden de sucesión en la Corona.
Por último el autor entiende, que lo que las manos temblorosas, deberán impedir, a estas alturas, es lo que sin duda sería una marcha atrás. Es decir, todo aquello que de una forma u otra afecte directamente a la forma del Estado, por muchos solapamientos que se esgriman. Y aquí, precisamente aquí, es donde Gobierno y oposición deben cambiar las manos temblorosas y convertirlas en “manos firmes”.