El ministro irlandés, Brian Cowen, informará a sus homólogos sobre la serie de entrevistas con los gobiernos europeos que él mismo y el primer ministro, Bertie Ahern, desarrollan desde principios de año.
El objetivo de esta ronda es conocer el margen de flexibilidad de cada Estado miembro y, sobre esa base, evaluar las posibilidades de éxito de la Conferencia Intergubernamental, donde se negocia la Constitución y que está parada desde el pasado diciembre.
Junto a la estructura de la Comisión Europea, el principal punto de discordia es el reparto de poder en el Consejo.
La mayoría de países respaldan el sistema de “doble mayoría” -50% de Estados, 60% de población-, propuesto por la Convención sobre el Futuro de Europa. Sólo Polonia y España lo rechazan y abogan en cambio por mantener el reparto de votos del Tratado de Niza, más beneficioso para sus intereses.