El motivo de la mayor cuantía se debe al tipo de conductas sancionadas y al tamaño de las empresas sancionadas.
Las conductas denunciadas, en su mayoría, son acuerdos para repartirse el mercado que afectaron a la actuación de colegios profesionales y asociaciones empresariales.
También se produjeron restricciones en la distribución minorista, originadas por las exigencias de los proveedores. En el apartado de posición dominante, el Tribunal de Defensa de la Competencia la ha acreditado en nueve ocasiones.
El mayor descenso de expedientes sancionadores se produjo en la conducta de concentración empresarial.