Esta nueva normativa europea define las condiciones específicas para el uso de archivos de control de navegación y la explotación de datos genéricos provenientes de los teléfonos móviles. Además, prohíbe en la Unión Europea la práctica del spam o correo electrónico de carácter publicitario no solicitado por el usuario.
Los usuarios podrán utilizar un abanico de instrumentos a su disposición para evitar estos programas, de tal manera que puedan decidir la forma de acceso a sus equipos de comunicación electrónica o de Internet.
Según la Directiva existen excepciones para la transmisión de datos en relación con investigaciones criminales o cuestiones relativas a la seguridad nacional de cada Estado.
Respecto al spam, se obliga a las empresas que decidan enviar publicidad a tener una autorización previa de los usuarios y queda prohibido camuflar la identidad del remitente o indicar una dirección electrónica de origen que no es válida.