Entre las innovaciones del texto figuran la creación de un presidente permanente del Consejo Europeo y de un ministro de Exteriores de la Unión Europea, la reducción del número de comisarios, un nuevo sistema de decisiones a partir de 2009, y el reforzamiento del poder legislativo del Parlamento Europeo.
Valery Giscard D'Estaing reconoció que el resultado no es perfecto porque se trata de una Convención constituida por diferentes componentes y por muchas naciones, culturas e historias.
La ministra española de Exteriores, Ana Palacio, afirmó que entre los mayores progresos es destacable el fortalecimiento del principio de subsidiariedad, el papel a los parlamentos nacionales, la simplificación de los tratados, el reforzamiento de la política de seguridad común, con una incidencia especial contra el terrorismo.
Los jefes de Estado o de Gobierno de la Unión Europea se pronunciarán a lo largo de esta semana en el Consejo Europeo de Salónica (Grecia) sobre este texto, y la Conferencia Intergubernamental que se abrirá el próximo otoño lo tomará como base para la reforma de los Tratados.