Carlos Carnicer dijo que las administraciones “se mueven poco” y que son los ochenta y tres colegios de abogados que hay en España los que deben esforzarse para llevar a la práctica las reformas aprobadas por los responsables públicos.
En este sentido, afirmó que los juicios rápidos van a suponer para los abogados del turno de oficio una especial disponibilidad que debería conllevar una subida de los baremos para superar las cantidades que se están percibiendo y con las que no se cubren los gastos de defensa.
El Presidente del Consejo General de la Abogacía Española afirmó que el auténtico problema es la necesidad de más juzgados y mejor dotados, así como fiscales, jueces y abogados, mejor preparados.