La Ley de Auditoría de Cuentas permite ejercer como auditor a través de la adscripción a una de las tres corporaciones –censores, economistas o titulados mercantiles– o por libre.
Las corporaciones han criticado esto porque consideran que no es lógico que pueda haber auditores ejerciendo sin pertenecer a alguna corporación profesional, ya que no están sujetos al control de calidad que realizan sobre sus miembros ni a los cursos de formación que organizan las asociaciones.
Para evitar esto han propuesto modificar en la reforma legal de la auditoría que se está abordando en la Ley Financiera lo relativo a este tema para que haya más calidad en este sector.
En este sentido, las tres corporaciones auditoras han solicitado que se incluya como enmienda en el Senado en el proyecto de Ley Financiera la regulación de esta situación. Así, las asociaciones se muestran partidarias de que la Ley imponga ciertos requisitos de formación a los profesionales que quieran abandonar la condición de no ejercientes.
Las corporaciones consideran que se trata de una exigencia importante para garantizar la confianza en los auditores que quieran reincorporarse al ejercicio profesionales tras varios años sin realizar revisiones de cuentas anuales.