HACE 25 AÑOS: EL PRIMER GOBIERNO CONSTITUCIONAL
El 6 de abril de 1979, se constituyó el primer gobierno constitucional de la nueva etapa democrática. Mucho se ha escrito sobre el gobierno nacido tras las elecciones de 15-J, el primer gobierno democrático, pero muy poco de aquel que nació precisamente tras la aprobación de la Constitución Española.
La Constitución se aprueba y es sancionada por el Rey el 27 de diciembre de 1978 y dos días después Adolfo Suárez decide, ya de conformidad con la Constitución y tras consultar al Consejo de Ministros, disolver el Congreso y el Senado y convocar nuevas elecciones, que tienen lugar dos meses más tarde.
Tras el debate de investidura correspondiente, Adolfo Suárez es nombrado Presidente y el 6 de abril de 1979 jura ante Su Majestad el Rey el primer gobierno constitucional.
La Constitución lo había variado todo y había que partir de sus nuevos enunciados. Y de algún modo, opina el catedrático, aquel gobierno significaba el fin de la transición política y el inicio de la normalidad constitucional.
En cualquier momento tal aniversario debería ser celebrado. Hoy, aparece apagado por los acontecimientos próximos, pero no deja de resultar singular la coincidencia en fechas con la reciente renovación de las Cámaras, producida hace unos días.
Aquel primer gobierno constitucional, presidido por Adolfo Suárez estuvo formado por dos Vicepresidentes: el primero para Defensa, Manuel Gutiérrez Mellado, y el segundo para Economía, Fernando Abril Martorell.
La diferencia singular respecto al primer gobierno democrático es que aquel vivía todavía inmerso en un marco legal e institucional que era el anterior. Por el contrario el nuevo gobierno nacía a la luz pública sobre unas bases legales nuevas, las que marcaba la propia Constitución y por ello todos los problemas habían de ser afrontados partiendo de misma, para desde ahí reorientar todos los actos de gobierno, cualesquiera que fueran su naturaleza.
No fue éste el último gobierno de Adolfo Suárez antes de presentar su dimisión en enero de 1981. A él le sucederían varios cambios. Pero sí fue un gobierno que hubo de enfrentarse a hechos muy singulares: apertura generalizada al exterior, negociación de los primeros estatutos de autonomía como fue el caso de Cataluña y el País Vasco, un avance muy sustancial en lo económico, etc.
Transcurridos estos años y visto con la perspectiva que otorga el tiempo, el autor no duda que aquel primer gobierno fruto de la Constitución, y todos los gobiernos que le siguieron, han hecho de este periodo el de mayor libertad, prosperidad, riqueza, desarrollo económico, avances sociales y descentralización competencial.
Considera Jaime Lamo de Espinosa que 25 años después el sistema ha funcionado con normalidad una vez más y la alternancia, propia de los sistemas democráticos, ha vuelto a operar sin sobresaltos, con arreglo a las previsiones constitucionales.