La primera medida de la Comisión Europea consistió en una amonestación al colegio belga de arquitectos por su baremo de honorarios mínimos.
Según el comisario europeo de competencia, Mario Monti, había indicios suficientes para considerar que el sistema de honorarios mínimos del colegio belga de arquitectos vulnera el artículo 81 del Tratado de la Unión Europea, que prohíbe las prácticas que “tengan por objeto o efecto impedir, restringir o falsear el juego de la competencia dentro del mercado común”.
En este sentido, el comisario europeo de competencia afirmó que el colegio de arquitectos belga “podría haber abusado de sus funciones reguladoras al aprobar una norma que tiene por objeto restringir la competencia bajo el pretexto de una regla deontológica”.