Carlos Carnicer, sobre la Ley Orgánica 5/1995, de 22 de mayo, del Tribunal del Jurado, ha considerado que tiene bastantes problemas, pero la institución no, y rechazó que la justicia deba ser para los profesionales, pues en su opinión el jurado tiene “un beneficio directo para la justicia”.
Entiende que las cuestiones a resolver por el jurado están al alcance de los ciudadanos y añadió que los que han pasado por esta experiencia “concluyen lo difícil que es administrar justicia”, por lo que están “en mejor disposición de soportar o admitir los errores de la justicia y de pedir más medios para la Administración”.