MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
La Audiencia Nacional ha rechazado la extradición a Rusia de Piotr Yurievich Silaev, un periodista al que Finlandia concedió asilo por la posible persecución política sufrida tras participar en una protesta contra la tala masiva de árboles que acabó con altercados y daños en el Ayuntamiento de la ciudad de Jimki, situada al noroeste de Moscú.
En un auto, contra el que cabe recurso ante el Pleno de la Sala de lo Penal, la Sección Segunda declara que no es procedente la entrega solicitada por la Federación Rusa ya que la Convención de Ginebra sobre el estatuto de los refugiados, suscrita por España, determina la "imposibilidad jurídica" de llevar a cabo la extradición.
Según explica el tribunal, el hecho de que haya sido Finlandia el país que ha concedido la condición de refugiado a Piotr Silaev es "indiferente" en lo que se refiere al cumplimiento de las obligaciones internacionales de no entrega de refugiados.
"Ningún Estado contratante podrá, por expulsión o devolución, poner en modo alguno a un refugiado en las fronteras de territorios donde su vida o libertad peligre por causa de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas", recoge la Convención de 1951, firmada por España.
Finlandia le concedió refugio al tener en cuenta que Silaev, periodista fundador en 2006 de un grupo antifascista, estaba amenazado por participar en actividades contrarias al Gobierno, entre ellas en la manifestación de 'Himki' contra de la tala masiva de árboles para la construcción de una autopista.
Silaev manifestó que esta noticia produjo un "gran escándalo político" en Rusia y un "importante eco internacional", razón por la cual fueron represaliados varios periodistas asistentes a la protesta, que fueron detenidos y acosados para obtener información.
ORDEN DE INTERPOL
Sobre el reportero pesaba una orden de busca y captura internacional, difundida a través de Interpol, por delitos de desórdenes públicos y daños a raíz de su participación en una manifestación que reunió a unas 90 personas ante el Ayuntamiento de Jimki.
En la concentración, se produjeron altercados donde se utilizaron "armas traumáticas", botellas de vidrio, piedras y medios pirotécnicos, se hicieron pintadas y se rompieron cristales de una decena de ventanas y de las puertas de acceso del edificio, según la petición de extradición de la Fiscalía General de Rusia.
Los magistrados constatan que en la documentación remitida no existen referencias sobre un procedimiento judicial seguido por los tribunales rusos, sino que únicamente se habla de una investigación policial que ha contado con la supervisión de la Fiscalía.
Atribuye la "sospecha" de que el periodista jugó un papel de organizador, pero, añaden, ello no significa una imputación judicial fundada respecto a su participación en unos hechos específicos.
Silaev quedó en libertad provisional el pasado agosto después de que fuera detenido en Granada. En su declaración ante el juez Ismael Moreno, el acusado negó los hechos que se le atribuían y aseguró que estaba cubriendo la protesta vecinal.
