Nos ha dejado el profesor José Manuel Pérez-Prendes. Historiador del Derecho muy conocido entre los juristas de 45 promociones de Derecho de las Universidades Complutense de Madrid, La Laguna, Granada y de nuevo UCM, donde se jubiló en el año 2004. Era, antes que nada, un gran hombre. Se lleva consigo lo mejor: su persona y su pensamiento vivo.
Profesor, sobre todo. Jurista por excelencia, multidisciplinar por convicción, por lo que estudió Derecho, Letras, Económicas y Música. Y todas las disciplinas las relacionó en su obra con perfecta armonía imposible de disgregar. Se formó en las Universidades Central de Madrid, Friburgo y Roma con los profesores Manuel Torres López, Hans Thieme y Francesco Calasso. Su inquietud intelectual lo hizo lector empedernido no sólo de Derecho e Historia, sino de Literatura, Ensayo y Poesía, mientras oía música. Siempre atento a cualquier novedad bibliográfica, a cualquier noticia, en la que se implicaba con los ojos del siempre joven indagador del mundo.
Personalidad de carácter fuerte, no inflexible; de tesón inquebrantable: luchador por sus ideas hasta la extenuación; sabio que reconoció la sabiduría de los sabios, que intentó sacar del olvido a cuantos personajes consideraba imprescindibles para el avance del conocimiento, por lo que a lo largo de su obra puede apreciarse la reivindicación de figuras como Adolfo Posada; Rafael Altamira; Manuel Rodríguez de Berlanda; Agustín de Argüelles o Hermann Heller.
Orador excelente, apelaba continuamente a “la palabra” como única arma. Cualquier exposición, por baladí que fuera, él la convertía en obra maestra de la oratoria. Hábil en el uso del lenguaje, siempre buscando la raíz griega, latina o germánica y desmenuzando el concepto sobre el que disertaba con un hilo a veces sinuoso, a veces lineal, a veces enmarañado, al final siempre de una lucidez que enmudecía a los que lo escuchábamos.
Fue su pensamiento de vanguardia. Siempre con visión de futuro, siempre con interés por los nuevos temas, por las ideas más rupturistas que se iban incorporando a su pensamiento, no como yuxtaposición ni como material para una cita o una repetición, sino como acicate para la elaboración de su propio pensamiento, inquieto, siempre inquietante para el interlocutor.
Y por esa inquietud ningún tema le era ajeno a la Historia del Derecho, su ámbito, que él siempre conectó con el mundo actual; nada se le escapó a su análisis: crítico, incisivo, sólido. Su pluma ha pasado desde el mito (magistrales sus trabajos sobre el mito de Friné, como la verdad desnuda, a la que tantas veces apeló), a los temas de Derecho visigodo y germánico (verdadero introductor de dicho elemento en nuestro Derecho histórico); al Derecho medieval o al Derecho común, cuyo último exponente sería su contribución en la magna obra La herencia de Cristóbal Colón, coordinada junto a Anunciada Colón de Carvajal. No se pueden olvidar tampoco sus estudios sobre constitucionalismo, cuyas aportaciones reescritas están en prensa.
La inquietud de hombre de futuro ha llevado a Pérez-Prendes en los últimos meses a reivindicar la necesidad de una nueva Constitución en la que se refleje en el preámbulo la realidad nacional de España, de diversas naciones, y en las que se suscriba ineludiblemente un pacto de lealtad institucional de España con sus naciones y de éstas con España. Lo ha dicho alto y claro, se le oiga o no. Y escrito está en su conferencia España a la búsqueda de una Constitución, publicada también en prensa.
Ahora, en los días más tristes para sus discípulos, en estas palabras que no podrá leer, al menos con los ojos que tanto leyeron, creo que el mejor homenaje es la lectura de su obra. Siempre viva.
José Manuel Pérez-Prendes, historiador del Derecho, nacióel 13 de noviembre de 1933 en Madrid, donde murió el 1 de mayo de 2017.