MADRID, 19 Sep. (EUROPA PRESS) -
La macrooperación se saldó con la detención de 279 personas en distintas partes de España y en su día la mayoría de ellos alegaron ser taiwaneses y por eso rechazaron ser entregado a las autoridades chinas, razón por la cual se han de celebrar estas sesiones en la Audiencia Nacional.
La semana de las detenciones la Audiencia Nacional tuvo que poner en funcionamiento un grandísimo dispositivo en el que participaron cuatro jueces de instrucción, seis fiscales, 95 abogados de oficio, seis letrados de la administración de justicia, casi una treintena de funcionarios, seis intérpretes y numeroso personal forense y policial para tomar declaración y empezar a tramitar la extradición de los 279 chinos.
DIJERON HABER SIDO ENGAÑADOS AL VENIR A ESPAÑA
Los implicados negaron entonces ser conscientes de haber cometido estafa y explicaron en muchos casos haber llegado a España creyendo que iban a ejercer de guías turísticos. Al llegar a nuestro país eran repartidos por diferentes chalets y allí recibían un cursillo de teleoperadores que les preparaba para ejercer lo que sería su trabajo.
Tres de los 279 fueron reconocidos como víctimas de trata y cuando pasaron ante el juez José de la Mata --el encargado del caso, aunque entonces fue ayudado por tres compañeros-- revelaron condiciones de semi-esclavitud y que eran encerrados en dichos lugares de trabajo.
