En el discurso, González Pérez se refirió a los 70 años que cumple dedicados al ejercicio de la abogacía, haciendo alusión a distintos aspectos de su trayectoria personal en ese dilatado espacio de tiempo.
Después de resumir lo que supuso en la justicia administrativa la Ley de 1956, González Pérez citaba algunas experiencias -plagadas de anécdotas- tanto en el orden jurisdiccional Contencioso-Administrativo como en los otros órdenes jurisdiccionales, así como ante el Tribunal Constitucional e incluso en un recurso ante el Tribunal de Orden Público. Finalizó comprometiéndose -en el ejercicio de los trabajos marcados por los estatutos de esta Real Academia- a dedicar todo nuestro esfuerzo para que la reforma de la Justicia, que figura en todos los programas de los partidos políticos, se materialice en el mejor sentido, y nos devuelva la confianza perdida.
Por último tomó la palabra José Antonio Escudero, el presidente, para agradecer su presencia a todos los asistentes, entre ellos, José Manuel Romay Becaría, presidente del Consejo de Estado, Consuelo Madrigal, Fiscal General del Estado, Juan José González Rivas, magistrado del Tribunal Constitucional, Gerardo Martínez Tristán, Vocal del Consejo General del Poder Judicial, los presidentes de las Reales Academias de Jurisprudencia y Legislación de Aragón, Extremadura, Murcia y de Valladolid, así como Decanos de Colegios profesionales y de facultades de Derecho de distintas universidades españolas.