MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
En una sentencia en la que ha sido ponente el presidente de la Sala de lo Civil, Francisco Marín Castán, se falla en contra del recurso de casación interpuesto por una hija de Baltasar Rey Roiz, ya fallecido, al entender que se había lesionado su derecho al honor con expresiones como que era un "chaquetero".
"Quería entregar a su hermano, así ganaba él honores", decía un testimonio sobre Baltasar Rey Roiz incluido en el libro. Además se atribuía una frase textual pronunciada por este antiguo maqui: "Mi hermano está en el monte porque yo no tengo una pistola".
El Supremo defiende el valor de una obra de 392 páginas que comprende un largo periodo que comienza durante la Guerra Civil, con la derrota del Ejército de la República en el frente del norte y los primeros huidos al monte, y termina en 1957, después de los intentos del Gobierno para que Francia extraditara a Santiago Rey, "uno de los personajes principales" de la obra.
En este sentido, entiende que el método seguido por el autor, Andrés Gómez, de recoger los testimonios de quienes vivieron personalmente los hechos "es conocido y aceptado por la historiografía desde antiguo".
La Sala sostiene que obligarle a la incorporación de otros testimonios sería "tanto como incidir directamente en su libertad de investigación a partir de un improcedente juicio de los tribunales sobre la verdad histórica".
CAMBIO DE BANDO
También cree que expresiones como "chaquetero" están amparadas en la libertad de expresión, y añade como datos comprobados que, durante la Guerra Civil, el padre de la demandante sirvió en el Ejército de la República pero luego desempeñó el cargo de presidente de la junta vecinal de Bejes, "lo que refleja objetivamente el hecho de un cambio de bando".
"En suma", concluye la Sala, "aunque sea totalmente comprensible la voluntad de la demandante-recurrente de defender la memoria de su padre, debe reiterarse lo dicho sobre las dolorosas consecuencias de la Guerra Civil entre familias y vecinos de un mismo pueblo, que no pueden impedir las investigaciones históricas que las constaten mediante la recogida de testimonios de quienes vivieron personalmente los hechos ni exigir que sean los tribunales los que fijen definitivamente la verdad histórica".
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