MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
Los denunciantes alegaron que Lamela podría haber incurrido en una falta disciplinaria de desatención por no haber dictado la orden de detención que le había sido solicitada en la causa en la que se instruyen ambos asesinatos, y en la que esta procesado Elizaran. La detención la pidió la acusación popular ejercida por Dignidad y Justicia el 3 de diciembre de 2015.
Elizarán fue excarcelado y expulsado por las autoridades francesas el 4 de diciembre y quedó en libertad a su llegada al aeropuerto de Barajas al no existir orden de detención contra él.
LA PETICIÓN LLEGÓ UN DÍA DESPUÉS
El Promotor, que ha requerido informes a la magistrada y a la secretaria judicial, señala en su resolución que está acreditado que, en contra de lo que exponía la queja, el escrito de Dignidad y Justicia no tuvo entrada en el Juzgado el 3 de diciembre, sino a las 13:45 horas del día después, viernes 4 de diciembre.
En él, además, no se advertía de la inminencia de la expulsión de Elizaran, sino que se decía que sería excarcelado "antes del próximo 15 de diciembre".
Lamela no tuvo conocimiento de la llegada de Elizaran hasta el sábado 5, cuando se lo comunicó por teléfono el juez de guardia ese fin de semana en la Audiencia Nacional, quien ese mismo día dictó orden de detención, que fue mantenida por la magistrada cuando se reincorporó a su Juzgado el lunes 7, según apunta Fonseca-Herrero en su informe.
El promotor disciplinario añade que, atendiendo a las circunstancias, "no se observa actuación irregular susceptible de reproche"
Sáez Tejada y Salvá se reunieron el pasado viernes con el presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro, a quien pidieron la reapertura del caso que se encuentra sin resolver y cuyo único procesado es Aitor Elizarán.
"Le hemos expuesto nuestra situación y nuestra queja y una disección de los hechos como la historia clínica un paciente porque ese señor está en la calle desde el minuto uno", señaló Salvá a las puertas de la Audiencia Nacional, para añadir que esta circunstancia le parece "increíble y absolutamente kafkiana", y no puede entender que suceda en un País "que todavía se llama España".
"Ese señor sabe quien asesinó a nuestros hijos, es responsable, ha sido jefe de ETA y debería estar en la cárcel y está fuera, me parece mucho más que una vergüenza" añadió el padre del guardia civil asesinado.