UNA HACIENDA EFICIENTE Y JUSTA
De los dos grandes principios de la Hacienda Pública, el de equidad y eficacia, esta legislatura, en opinión del autor, nos deja en herencia la segunda. Porque eficacia es hoy disponer de un sistema fiscal que contribuye al crecimiento económico al renunciar al endeudamiento y poner coto al gasto público.
La legislatura nos deja también la segunda reducción del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, con una rebaja media de la cuota fiscal del 11 por ciento y un ahorro global para el contribuyente de quince mil millones de euros; la supresión del Impuesto de Actividades Económicas para más de dos millones de pequeñas y medianas empresas; y algunos retoques en el Impuesto de Sociedades que disminuyen el tipo efectivo.
Además, se ha puesto en marcha por consenso un nuevo marco de financiación autonómica. Un marco que aumenta significativamente la participación de las Comunidades Autónomas en los impuestos de mayor rendimiento, como el Impuesto sobre el Valor Añadido o el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, e introduce el principio fundamental de corresponsabilidad al dotar de capacidad normativa a las comunidades sobre los impuestos estatales.
Según, Fernando Fernández Méndez de Andés descentralizar la Agencia Tributaria es una propuesta innecesaria, ineficiente y costosa, que politiza la recaudación tributaria y añade que es una propuesta incompatible con la simplificación de las obligaciones fiscales.
El autor enumera cinco objetivos que, en su opinión debería tener en cuenta el nuevo gobierno: el mantenimiento de la estabilidad presupuestaria ha de extenderse a cada uno de los niveles de la administración, hay espacio para continuar reduciendo el número de tramos y los tipos máximos y mínimos del impuesto sobre la renta, la imposición sobre el consumo no es regresiva y ha de utilizarse para cumplir los objetivos de eficiencia y suficiencia, fomentar el ahorro es objetivo estratégico de todo sistema impositivo y ello requiere un trato no discriminatorio entre los distintos activos y, por último, en lugar de reabrir el sistema de financiación autonómica sería más útil y auténticamente descentralizador dedicar la legislatura a las corporaciones locales.
Fernando Fernández Méndez de Andés termina su artículo afirmando que muchas de las funciones hoy asignadas a las Comunidades Autónomas se harían mejor desde los municipios.