Así, la Comisión ha propuesto la creación de un Tribunal Europeo de Patentes, instancia en la que recaerían los conflictos del futuro sistema de patente comunitario, especialmente en materia de falsificación y validez de patentes. Estaría compuesto por siete jueces, nombrados por el Consejo de Ministros.
Los posibles recursos contra sus decisiones serán atendidos por el Tribunal de Primera Instancia de la Unión Europea, al que se dotaría de una sala específica creada a tal efecto. De manera excepcional, las decisiones de esta instancia podrán a su vez ser reexaminadas por el Tribunal de Justicia de la Unión.
La Comisión Europea cree que esta estructura, que será ahora debatida en el Consejo de Ministros, aportará mas “seguridad jurídica” a la actividad innovadora en la Unión Europea, al superar la actual diversidad de interpretaciones jurídicas sobre patentes que conviven en el seno de la Unión y que a menudo dan lugar a sentencias contradictorias sobre un mismo caso.