El Proyecto de Directiva aprobado mejora la cobertura legal para evitar la doble imposición que todavía penaliza a ciertas filiales y matrices y amplía la gama de compañías cuyos beneficios en el extranjero quedarán exentos de retención fiscal.
La Comisión Europea cree que los regímenes de impuestos sobre sociedades en la Unión Europea no se han adaptado a los cambios que han supuesto la globalización, la integración económica del mercado interior y el nacimiento del euro.
El Proyecto de Directiva amplía el número de compañías que podrán evitar la doble imposición sobre los beneficios remitidos en forma de dividendos desde las filiales en el extranjero.
Ahora, la empresa matriz debe contar con una participación accionarial en la filial de al menos el 25 por ciento para poder acogerse a la Directiva. El nuevo texto rebaja este límite hasta el 10 por ciento.