Varias delegaciones hicieron hincapié en la necesidad de que los referendos y las ratificaciones parlamentarias se hagan en el mismo plazo de tiempo, una vez que se ha visto que no hay consenso sobre una fecha única en la que se celebren las consultas.
Por su parte, la presidencia holandesa animó a los países aún indecisos a que fijen su posición al respecto ya que todavía no han decidido si celebrarán un referéndum o únicamente una ratificación en sus parlamentos nacionales.
Los países que han decidido celebrar una consulta sobre la Constitución europea son, entre otros, España, Portugal, Reino Unido, Irlanda, Países Bajos, Luxemburgo, República Checa y Bélgica. El Gobierno holandés estudia convocar su consulta 50 días después de la ceremonia en Roma.
La fecha del 29 de octubre supone adelantar la firma casi un mes de lo previsto inicialmente ya que en un primer momento se pensó en el 20 de noviembre.
Tanto España como otros socios europeos habían reclamado en los últimos días a la presidencia holandesa que la firma del Tratado constitucional se hiciera lo antes posible y que de esta forma se pusieran en marcha cuanto antes los procesos de ratificación en cada uno de los Estados miembros.