Hace falta superar la rigidez de los términos con que suele plantearse el debate acerca de la necesidad de una ley de pandemias para asumir la conveniencia de densificar el tejido normativo pandémico a fin de crear un marco que brinde las mejores condiciones en la toma de decisiones sobre la gestión de una crisis de salud pública. Esa densificación ya se está produciendo, así sea de una manera deslavazada, de la mano, principalmente, de las CCAA, dando forma a una legislación autonómica de pandemias con elementos de gran interés de cara a una remodelación básica de este sector que debería, a la luz de las enseñanzas del coronavirus, figurar como prioridad del legislador estatal. No es fácil dar con el hueco que debiera ocupar esa ley de pandemias pues los márgenes son vacilantes: cuesta desentrañar el alcance de la reserva de ley orgánica, como demuestra el periplo de la vacunación, y, por supuesto, cuesta dibujar la línea que separa al derecho ordinario del derecho de excepción. Con todo, la empresa es relevante y de ahí nace el principal empeño de este trabajo: ofrecer orientaciones para acometerla, poniendo de manifiesto que no hay que empezar de cero puesto que algunas claves figuran ya en nuestras fuentes.
I. INTRODUCCIÓN: ¿ES NECESARIA UNA REFORMA QUE AMPLÍE LA LEGISLACIÓN DE SALUD PÚBLICA EN MATERIA DE CRISIS SANITARIAS?. II. LA REFORMA EN CURSO: EL PASO ADELANTE DADO POR EL LEGISLADOR AUTONÓMICO. III. LA VACUNACIÓN OBLIGATORIA COMO BOTÓN DE MUESTRA DE LA FALTA DE CONSENSO EN ESTA LABOR. IV. EL ENCAJE DE ESTA REFORMA CON EL DERECHO EXTRAORDINARIO Y ORDINARIO TOCANTE A LAS CRISIS SANITARIAS. V. FINAL.
It is necessary to overcome the rigidity of the terms in which the debate about the need for a pandemic act has taken place, and assume the convenience of densifying the pandemic regulatory fabric in order to create a legal framework able to provide the best conditions for the decision-making process in managing public health crisis. This densification is already being pursued, albeit in a disjointed way, mainly, by the Autonomous Communities. The regional legislation on pandemics contains elements of great interest to remodel this sector which should, in light of the teachings of the coronavirus, appear as a priority to the legislature. It is not easy to find the place that this pandemic act should occupy, since the margins are unclear: it is difficult to unravel the scope of the organic law reservation, as the vaccination journey shows, and, of course, it is difficult to draw the line between the so called “ordinary law” and “emergency law”. All in all, the purpose seems relevant and, thus, the goal of this paper: to offer guidelines to draft a pandemic act, making it clear that we do not have to start from scratch since some keys already appear in our sources.
DIRECTOR
