El TC representa un órgano de garantía importantísimo para el mantenimiento de nuestra democracia. En efecto, su función consiste principalmente en velar por el orden constitucional ante todo tipo de desnaturalización de la voluntad constituyente. Sin embargo, el “estado de salud” de este órgano suscita preocupaciones. En particular, los retrasos en el nombramiento de los magistrados constitucionales constituyen una causa importante de la deslegitimación que el Tribunal Constitucional ha sufrido a lo largo de estos años. Este artículo aborda esta problemática y pretende plantear algunas soluciones posibles.
Premisa. i. La función de los Tribunales Constitucionales en el marco de los modernos Estados democráticos de Derecho. ii. El Tribunal Constitucional español: su composición y sus funciones. iii. La reforma del mecanismo de nombramiento de los magistrados del Tribunal Constitucional: la Ley Orgánica 6/2007, de 24 de mayo. iv. Las distorsiones en el mecanismo de nombramiento de los magistrados del Tribunal Constitucional. v. Conclusiones: pensando en algunas soluciones posibles al problema de los retrasos en la renovación de los miembros del TC.
El TC representa un órgano de garantía importantísimo para el mantenimiento de nuestra democracia. En efecto, su función consiste principalmente en velar por el orden constitucional ante todo tipo de desnaturalización de la voluntad constituyente. Sin embargo, el “estado de salud” de este órgano suscita preocupaciones. En particular, los retrasos en el nombramiento de los magistrados constitucionales constituyen una causa importante de la deslegitimación que el Tribunal Constitucional ha sufrido a lo largo de estos años. Este artículo aborda esta problemática y pretende plantear algunas soluciones posibles.