El año 2009 ha transcurrido prácticamente sin avances en la tramitación del nuevo Estatuto de autonomía de Castilla-La Mancha, que continúa estancado en el Congreso de los Diputados, superando todos los records de tramitación dilatada en el tiempo. En febrero terminó el plazo de enmiendas, presentándose diferentes propuestas por parte de los Grupos Socialista y Popular. La falta de acuerdo entre ellos sobre la redacción definitiva del texto estatutario en lo relativo al trasvase Tajo-Segura y al establecimiento de una reserva hídrica se prolongó el resto del año, que concluyó sin que la tramitación del texto se reanudase.
También es destacable, como aspecto relevante del año 2009, la crisis económica, que en Castilla-La Mancha ha tenido una de las manifestaciones más intensas en el sector financiero con la crisis de Caja Castilla-La Mancha, que, tras el intento frustrado de fusión con Unicaja, tuvo que ser intervenido por el Banco de España, integrándose finalmente con Cajastur.
En lo relativo a producción normativa, el año se caracterizó por la escasez, aprobándose solo siete leyes, entre las que cabe destacar la de creación de la Agencia del Agua o la Ley de la Vivienda y del Suelo. En el aspecto institucional cabe destacar la estabilidad, aunque también la creciente tensión entre los Grupos Socialista y Popular en las Cortes regionales. También puede mencionarse la reforma del Reglamento de la Sindicatura de Cuentas.
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