Este último año en Francia se ha caracterizado por el protagonismo del Presidente de la República, el cual puede potenciarse tras haber asumido Francia la Presidencia de turno de la Unión Europea en julio de este año 2008. No obstante, desde el punto de vista constitucional lo constituye el aspecto más relevante ha sido la profunda reforma constitucional aprobada en el mes de julio, la cual introduce importantes novedades, en particular, al intentar potenciar el papel de las cámaras parlamentarias y al establecer la posibilidad de un control de constitucionalidad a posteriori en casos que afecten a derechos fundamentales a partir de cuestiones planteadas por la Corte de Casación o el Consejo de Estado. En otro orden de cosas, cabe destacar la doctrina de este último órgano citado sobre derechos fundamentales y, en particular, la libertad religiosa.