El Nuevo Código Procesal Penal peruano de 2004 sigue la tendencia de la reforma procesal penal en América Latina, que supone el paso de un modelo inquisitivo hacia uno de corte acusatorio. La regulación de la prisión preventiva es un buen punto de partida para el análisis de este nuevo proceso, la configuración de un instrumento estrictamente cautelar, la descripción específica de sus presupuestos materiales, su regulación junto con otras medidas cautelares alternativas, la instauración de un procedimiento previo y contradictorio para su imposición, entre otros, constituyen una interesante fuente de análisis para explicar las tendencias actuales del ordenamiento procesal penal peruano.