Breve reseña de la obra:
En la presente monografía se realiza una exposición de las teorías y aproximaciones culturales en Criminología, así como de las consideraciones teóricas que han merecido y las pruebas empíricas a que han sido sometidas. En su concepción más habitual en Criminología, la cultura está compuesta por valores y normas compartidas que despliegan un rol en la causación del delito, una tesis desarrollada por Sellin. Aunque existe en este trabajo un énfasis en los enfoques contemporáneos, no se renuncia a los clásicos. La exposición se ajusta a la propuesta taxonómica, bien conocida, de cuatro categorías, cuya relación causal con la criminalidad es hipotetizada por diversos modelos: culturas, subculturas, conflictos normativos y contraculturas. La demarcación de estas categorías es difícil tanto por la insuficiente atención que a veces se dedica a la definición y especificación de los conceptos, cuando nuestra disciplina no peca de conceptofobia, según diría Gibbs; como por la dificultad para delimitar dónde termina una subcultura y dónde comienza una cultura.
A continuación y desde la perspectiva del control social, se recogen las consideraciones críticas, tanto teóricas como empíricas, que han merecido estos enfoques respecto a la explicación del delito. Al mismo tiempo, la monografía concluye con una crítica a los llamados delitos culturalmente motivados cuando asumen que valores, normas o factores semejantes permiten explicar los comportamientos delictivos, una asunción que unas veces es ambigua en nuestra literatura y otras trata de evitarse, no siempre de modo exitoso. Finalmente, se reclama una concepción flexible de cultura en la tradición durkheimiana, superadora de la concepción de valores y normas. De acuerdo con la misma, las culturas contemporáneas incorporan comunidades que pueden ser muy distintas entre sí, pero que deben formar parte de una misma cultura si es que existe comunicación entre ellas.
La presente monografía aspira a destacar la riqueza de los modelos culturales en Criminología; a sostener el carácter simbólico de los llamados delitos culturalmente motivados; y, sobre todo, a resaltar la gran verdad que encierran las teorías culturales en sentido amplio, que la sociedad existe, una verdad que las justifica y en parte explica su merecida persistencia.
Alfonso Serrano Maíllo es Doctor en Derecho y Sociología y Profesor Titular del Departamento de Derecho penal y Criminología de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, así como autor de varias monografías y otras publicaciones sobre Criminología.