La relación del estado con las creencias religiosas de los ciudadanos en la Constitución de 1978: libertad religiosa, pluralismo y laicidad. (RI §426454)
The relationship between the state and the religious beliefs of citizens in the Constitution of 1978: religious freedom, pluralism and secularity -
Miguel Ángel Asensio Sánchez
La Constitución de 1978 ha articulado la relación del Estado con las creencias religiosas de los ciudadanos en torno a tres principios o categorías fundamentales: la libertad religiosa, el pluralismo y la laicidad. Es frecuente entender que la libertad religiosa y la laicidad se encuentran en situación de confrontación dialéctica que solo se superaría con la primacía o subordinación de una u otra. La tesis que aquí se sostiene es que, al menos en el plano teórico, no existe tal confrontación, sobre la base de que cada una de estas categorías tienen un ámbito propio y diferenciado. Así, la libertad religiosa es un derecho fundamental que, como tal, es propio de la persona; el pluralismo es una característica inherente a las sociedades democráticas y la laicidad se predica y obliga exclusivamente al denominado Estado-aparato.
I. Introducción. II. La libertad religiosa principio del ordenamiento constitucional. 1. La crisis de un derecho fundamental. 2. La libertad religiosa como horizonte jurídico del Estado moderno. 3. La proyección socio-jurídica de la libertad religiosa: el denominado espacio público iusfundamental. III. Pluralismo como identidad democrática. 1. Pluralismo y creencias religiosas. 2. Sociedad democrática, pluralismo y tolerancia. IV. La laicidad en la Constitución. 1. La aproximación a un concepto. 2. La laicidad garantía del pluralismo. 3. La laicidad en la jurisprudencia constitucional. V. Libertad religiosa y pluralismo versus laicidad en el ordenamiento constitucional: conclusiones.
The Constitution of 1978 formulated the relationship between the State and the religious beliefs of its citizens around three fundamental principles or categories: religious freedom, pluralism and secularism. It is frequently understood that religious freedom and secularity are in a position of dialectic confrontation that can only be overcome with the supremacy or subordination of one to the other-The thesis upheld here is that, at least at a theoretical level, no such confrontation exists, because each of these categories occupies its own and differentiated field. Thus, religious freedom is a fundamental right that, as such, is proper to the person; pluralism is an inherent characteristic of democratic societies, and secularism is predicated by and is binding solely on the so-called State apparatus.