El régimen comunitario de comercio de derechos de emisión (RCDE) revisado en el marco del “paquete clima-energía” incorpora importantes novedades. Amplía su ámbito de aplicación a gases y sectores adicionales. Establece un techo comunitario para las emisiones de gases de efecto invernadero, y suprime los enfoques nacionales actuales. Generaliza la subasta como método de asignación de derechos de emisión a medio plazo y suprime ya la asignación gratuita para el sector de generación de electricidad a partir de 2013. La asignación de derechos se armoniza plenamente en toda la Unión Europea. Determina un tratamiento especial para las industrias que, como consecuencia de la implantación del paquete, puedan quedar sometidas a riesgo de fugas de carbono. Prevé un mecanismo de ajuste para el caso en que se logre un acuerdo internacional post-Kioto que aumente las obligaciones de reducción hasta un 30%. Genera un flujo de recursos financieros de los Estados miembros más ricos a los más pobres de la Unión Europea para ayudarles en el tránsito hacia una economía baja en carbono, en concepto de solidaridad y crecimiento e indica que una proporción elevada de los recursos de las subastas debe dedicarse a la lucha contra el cambio climático. En conjunto supone una modificación profunda del régimen actual y un importante paso hacia la incorporación de los costes ambientales en los procesos de producción, algo totalmente ausente de los negocios hasta hace bien poco y que incide decididamente en la forma de hacer los negocios.
The EU’s Greenhouse Gas Emission Allowance Trading Scheme incorporated important new elements when it was revised in the frame of the “Climate and Energy Package”. Its scope of law has been broadened to include additional gases and sectors. It establishes a Community ceiling for greenhouse gas emissions, and abolishes current national approaches, while promoting auctions as the method for assigning emission rights in the medium term and abolishing the free allowance to the electricity-generating sector as from 2013. It fully harmonizes the allocation of allowances throughout the EU, and determines special treatment for industries that, as a result of the implementation of the Package, may be at risk for carbon leaks. It stipulates an adjustment mechanism in case an international post-Kyoto agreement is reached that would increase compulsory emissions reductions up to 30%. It generates a flow of financial resources form the richest member States to the poorest, to help them make the transition towards a low-carbon economy, by way of solidarity and growth, and states that a high proportion of the resources from the auctions should be devoted to the fight against climate change. Overall, it is a profound modification of the current scheme and an important step towards the incorporation of environmental costs to production processes, something which has been totally absent from the business world until quite recently and which has a decisive effect on how we do business.