Los juristas romanos mantuvieron una inquietud constante acerca del nasciturus. La causa de la inquietud era el hecho de proteger la vida de los concebidos, así como sus bienes y derechos. La tutela de estos intereses dio origen a la máxima “Conceptus pro iam nato habetur” (el concebido se tiene por nacido para todos los efectos que le sean favorables”); máxima que, teniendo al parecer su origen en la jurisprudencia clásica, fue posteriormente formulada en el derecho justinianeo y así ha llegado a nuestro Código civil (art. 29). A lo largo de la historia, esta máxima ha sido muy discutida. Al ser el Derecho romano un derecho casuístico, los juristas no elaboraron conceptos jurídicos abstractos y mucho menos generales. Buscaban la solución al caso concreto siguiendo el criterio de la utilitas. Por esta razón, planteamos la protección dada por los juristas romanos al nasciturus. El Derecho romano forma parte de la tradición y del espíritu europeo; constituye la fuente y el origen principal de máximas, reglas, principios y axiomas jurídicos que se aplican como Derecho vigente. Frente al problema del nasciturus, en la actualidad nos encontramos ante una dificultad añadida: la nueva realidad del nasciturus extracorporis, su situación actual y los medios de protección que le otorga nuestro ordenamiento jurídico así como el reto que supone para el legislador abordar este tema. La ectogénesis es desde luego todo un mundo desconocido y que habrá de legislarse partiendo de conceptos romanos como puede ser la dignitas y la humanitas.
Palabras claves: Regulae iuris, conceptus pro iam nato habetur,spes,conceptus, nasciturus extracorporis.
The Roman jurists maintained a constant concern about the person to be born, about the nasciturus. What caused them concern was the protection of the lives of those conceived, as well as their property and rights. The protection of these interests gave rise to the maxim "Conceptus pro iam nato habetur" (the conceived one is considered to be born for all the effects that are favorable to him"); aphorism which appears to have its origin in classical jurisprudence, was later formulated in Justinian’s law and has come to our Civil Code (art. 29). Throughout history, this maxim has been widely discussed. Since Roman law is a casuistic law, jurists did not elaborate abstract and much less general legal concepts. They looked for the solution to the concrete case following the criterion of the utilitas. This is the reason why we raise the protection given by Roman jurists to nasciturus. Roman law is part of the European tradition and spirit. It constitutes the source and main origin of maxims, rules, principles and legal axioms that are applied as a consideration of current law. Faced with the problem of nasciturus, we are currently faced with an additional difficulty: the nasciturus extracorporis, its current situation and the means of protection afforded it by our legal system. Ecotgenesis is, of course, a whole unknown world and it will have to be legislated on the basis of Roman concepts such as dignitas and humanitas