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IN MEMORIAM: JUAN DE CHURRUCA ARELLANO
Por
GEMA TOMÁS MARTÍNEZ
Revista General de Derecho Romano 17 (2011)
El 27 de octubre de 2011 ha fallecido el profesor Juan Churruca a la edad de 88 años. Romanista de sólida formación y de rigurosa labor investigadora había nacido en Bilbao en 1923 en el seno de una ilustre familia vizcaína. Entró en la Compañía de Jesús a los dieciocho años y comenzó en primer lugar sus estudios en Filología Clásica, tanto en Loyola como en Salamanca (1942-1945), para continuar con la Licenciatura en Filosofía (Oña, 1945-1948) y posteriormente las de Derecho (Valladolid, 1948-1951) y Teología (Oña e Innsbruck, 1952-1956). El primer contacto de Juan Churruca con la docencia universitaria se produce en el curso académico 1958-1959 en la Universidad de Deusto donde impartió inicialmente Historia del Derecho y a partir de 1963 se dedicó a la docencia e investigación del Derecho Romano. Realizó estancias amplias en Graz (1957-1958) y en Colonia (1964), entre otras ciudades europeas, para concluir su Doctorado en Derecho en Valladolid en 1966 (Las instituciones de Gayo en San Isidoro de Sevilla, Bilbao, 1975). En esos tiempos tuvo ocasión de conocer y colaborar con el influyente teólogo Karl Rahner. Desarrolló el resto de su vida universitaria en la Universidad de Deusto, siendo profesor invitado en otras, como la Universidad de Comillas en Madrid (1964 y 1966) y la Universidad de Colonia (1988).
Merced a esta acreditada formación intelectual y al dominio de idiomas clásicos y modernos, su labor científica ha abarcado la Teología, el Derecho, la Filología y la Historia Antigua. Son numerosas sus publicaciones en revistas españolas y extranjeras. Temáticamente su principal aportación científica versa sobre el cristianismo y el Derecho romano en los primeros siglos de la era cristiana, en la que era un auténtico especialista. Buena parte de estos artículos están reunidos en el volumen titulado Cristianismo y mundo romano (Bilbao 1998).
Precisamente gracias a su rigurosa investigación, entra en contacto con las Sociedades científicas internacionales como la Société Internationale d’Histoire des Droits de l’Antiquité y la Sociéte d´Histoire du Droit, donde es enormemente querido por sus colegas extranjeros, que con frecuencia visitaban la Universidad y se alojaban en su casa. Consideraba prioritario estar en los ámbitos científicos internacionales y a ellos acudía con asiduidad, acompañado frecuentemente de Marita, su mujer, a quien todos recordamos con inmenso cariño por su carácter afable y sus dotes pictóricas. Asimismo desde su fundación fue miembro de la Asociación Iberoamericana de Derecho romano. Participó muy activamente en muchos de los congresos anuales hasta que su edad avanzada ya no se lo permitió. Si hay algo que le caracterizó fue la necesidad de “abrirse al mundo”. Lo inculcaba a todos los doctorandos y colegas que tenían relación con él. Cuando la internacionalización y la europeización eran aún ajenos a la Universidad española, él creó, siendo una vez más un adelantado a su época, el Instituto de Estudios Europeos de la Universidad de Deusto.
Pero ante todo Juan era un “Profesor”, un Maestro, al que siempre recordarán quienes tuvieron la fortuna de escucharle. Le gustaba el trato con los estudiantes. Su discurso era metódico, claro, sencillo y erudito al mismo tiempo, muy ameno. Sabía llegar a los demás, era un excelente comunicador por su cercanía y su capacidad para contagiar lo que le apasionaba, el conocer y entender lo que fue Roma y su contexto jurídico, social, político, humano y teológico. Su manual, Introducción histórica al Derecho Romano (9ª edición, Bilbao, 2007), escrito en colaboración con la profesora Rosa Mentxaka, su más insigne discípula, es un libro de referencia fundamental para comprender las Instituciones romanas.
Además Juan Churruca tuvo que asumir importantes cargos de responsabilidad en la Universidad, que le alejaban de su trabajo académico pero que aceptaba movido siempre por un fuerte sentido del servicio a la institución. Fue Rector de la Universidad de Deusto en los años sesenta, en los que logró un hito: el reconocimiento oficial de la Universidad. Una gestión en la que desplegó todas sus dotes de diplomacia y que con sabor agridulce lo ha recordado hasta el final de sus días por el orgullo de haberlo conseguido y por el esfuerzo que empeñó en ello. También fue Presidente del Consejo Académico y Decano de la Facultad de Derecho.
A todo ello hay que añadir su incursión en la vida política a través de la “invitación” de quien había sido su alumno, José Antonio Ardanza, Lehendakari del Gobierno vasco, para desempeñar el cargo de Consejero de Educación, Universidades e Investigación del Gobierno Vasco entre los años 1985-1987.
Juan Churruca será siempre recordado por su calidad humana, su sensatez, su personalidad auténtica y honesta, su sencillez, su voluntad de servicio, sus fuertes convicciones religiosas, la fidelidad a la verdad, la justicia y la amistad. Estará siempre en el recuerdo y en el corazón de todos los que le conocimos. Descanse en paz.
Bilbao, 27 de octubre de 2011.