Breve reseña de la obra:
¿Debe despenalizarse la eutanasia? ¿Y el aborto consentido por la gestante? ¿Es buena la prisión permanente revisable? ¿Debe tolerarse el discurso político ofensivo? ¿Cómo se tipifica la violencia de género? En los debates acerca de cómo deben ser las normas penales y cómo deben interpretarse se argumenta sobre todo con principios, aunque curiosamente no existe mucho acuerdo acerca de cuáles son estos y por qué.
El empeño de este libro es catalogar los principios a partir de una concepción democrática de la justicia. Su resultado es un hexágono: un gran principio formal, el de legalidad; tres principios materiales: proporcionalidad, culpabilidad e igualdad; y dos principios relativos a la pena: la prohibición de penas inhumanas y el mandato de resocialización (desarrollado este por Silvia Lascuraín). De cada uno de ellos se expone su fundamento, su contenido y los retos que hoy plantea su vigencia.