Breve reseña de la obra:
Este libro reúne los trabajos de un grupo de historiadores y juristas centrados en el análisis de los problemas de la organización del Estado español en dos momentos cruciales: la implantación de un sistema político y administrativo de tendencia uniformista y centralista, con la llegada a España de la dinastía de los Borbones, y el cambio radical de modelo para establecer otro de características fuertemente descentralizadas y plurales, al amparo de lo establecido en la Constitución de 1978. Los historiadores dan cuenta de la aparición del Estado-Nación como práctica política a principios del siglo XVIII, coincidiendo con el cambio de dinastía (Austrias por Borbones) y en el contexto de una guerra europea; los juristas abordan los problemas del desarrollo del Título VIII de la Constitución vigente, las incógnitas y dificultades que ha planteado su consolidación y las nuevas necesidades de ajuste que resultan de los procesos de reforma estatutaria y de la integración española en la Comunidad Europea.