Breve reseña de la obra:
El proceso de integración europea no sólo ha generado un sistema de fuentes propio - con los reglamentos y las directivas-, sino que también está afectando a los sistemas de fuentes de los Estados miembros. El principio de reserva de Ley, presente en todos ellos y nacido en circunstancias políticas y jurídicas muy diferentes a las actuales, está sufriendo ese impacto. Ante unas Directivas cada vez más detalladas, que dejan poco margen de actuación al legislador nacional y proporcionan un marco preciso para la normativa de transposición, cabe preguntarse si sigue siendo necesaria, en las materias reservadas a la Ley, la intervención en todo caso del legislador estatal o autonómico, interponiéndose entre la Directiva y las normas reglamentarias, o si éstas pueden desarrollar directamente aquélla, y en qué condiciones.
La cuestión se analiza en este libro a partir de las implicaciones, tanto europeas como nacionales, que plantea, y prestando atención al tratamiento que ha recibido en otros sistemas jurídicos en los que, a diferencia del caso español, ha sido objeto de pronunciamientos jurisdiccionales e incluso de (al menos aparentes) tomas de postura del legislador constitucional u ordinario que ofrecen una orientación al respecto.