El cine se encuentra desnortado, debido a que se halla sumido en un proceso de transformación, que en los últimos tiempos ha provocado que algunos conflictos hayan tenido eco frecuente en los medios de comunicación. Las nuevas técnicas cinematográficas, los nuevos modelos de acceso a las películas e incluso las dinámicas de globalización de mercados y servicios proporcionan un nuevo contexto al medio, que ha de recibir respuestas políticas y jurídicas adecuadas.
En este libro se estudian las causas subyacentes al desconcierto que asola a las instituciones públicas en el diseño de políticas cinematográficas. Asimismo, el objetivo es ofrecer algunas claves para el tratamiento jurídico del sector, centrando la atención en un elemento concreto, cual es la organización de las Administraciones Públicas en la gestión de la política cinematográfica. Se muestra cómo la zozobra de los poderes públicos es compartida con otros Estados y con algunas organizaciones internacionales y se presentan las tendencias comunes que arroja el análisis comparado. Con ello se observa que, probablemente, lo correcto sea aludir a las políticas cinematográficas, en plural, que persiguen objetivos heterogéneos debido a la naturaleza compleja de la cinematografía, objetivos que requieren instrumentos jurídicos específicos en cada caso.
Esta monografía es, además, una reflexión sobre el Derecho Administrativo contemporáneo y entronca con debates actuales relacionados con sus contornos y su método. Junto a ese fondo teórico, el libro presenta indudable interés práctico, singularmente para todas las Administraciones Públicas que emprendan políticas cinematográficas, así como para todos los colectivos dentro del sector, que disponen así de un instrumento de información esencial en sus relaciones con los poderes públicos.