Breve reseña de la obra:
El Convenio firmado en Roma el 4 de noviembre de 1950 representa el mayor avance hasta el presente en el campo de la protección internacional de los derechos humanos, siendo el único mecanismo de protección internacional en el que la persona física tiene el mismo grado de legitimación que los Estados Parte y concluyendo con la adopción de una sentencia por un tribunal internacional, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Sin embargo, en las últimas décadas una serie de circunstancias han conducido al Tribunal Europeo a una situación de crisis, en la que se encuentra amenazada no sólo la efectividad del sistema sino incluso su propia supervivencia.
Esa crisis tiene algo de paradójica en la medida en que entre los factores que la han desencadenado se incluye el propio éxito del sistema europeo de protección de derechos cada vez más conocido y utilizado. Para intentar dar respuesta a los nuevos retos a los que se enfrenta el Tribunal se ponía en marcha, coincidiendo con el cincuentenario de la firma del Convenio de Roma, un proceso de reforma que ya ha dado lugar a resultados concretos, especialmente el Protocolo n.º 14 al Convenio, pero que está por concluir. El objetivo de este estudio es precisamente el análisis global del conjunto de medidas adoptadas en el marco de dicho proceso de reforma, algunas no exentas de críticas, y la valoración de su verdadera aportación a la mejora a largo plazo de la eficacia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.