Breve reseña de la obra:
Este libro se divide en dos partes bien definidas.
En primer lugar, se estudian y explican los comportamientos de los distintos agentes sociales y políticos en la actuación que llevan a cabo cuando tienen que poner en marcha un proyecto de Ley, lo que se hace con ocasión precisamente del texto que luego se analiza. Se ponen así de manifiesto, la lógica de la acción colectiva llevada a cabo por los grupos de presión, los incentivos del Ejecutivo y de los Parlamentarios a cumplir con sus deberes políticos -especialmente cuando no tienen más remedio que actuar en un determinado sentido- la singular presión que el Derecho Comunitario supone como exigencia de atender a determinadas obligaciones y finalmente el juego a que dan lugar esos vaivenes en relación con los fuertes intereses que pueden liquidarse si se atiende más a los aspectos jurídicos que a los económicos -en definitiva si acaba triunfando el Estado de Derecho sobre mayorías políticas circunstanciales devotas a su vez de minorías sociales o empresariales poderosas–.
Luego, se analiza con detalle tanto la Directiva como la Ley de Lucha contra la Morosidad, aplicando las sabrosas enseñanzas obtenidas sobre los verdaderos “dueños de las normas”.
Al exponer ambos textos a su contraste, se logra también demostrar el papel de guía que las Administraciones Públicas tienen su contratación; cómo se sigue incumpliendo con el Derecho de la Unión Europea y las consecuencias que apareja dicha falta de atención a la norma comunitaria.
También se incluyen, como material, los textos y resoluciones más relevantes en la materia.