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Bien de Interés Cultural Inmaterial fiesta de las Fallas de Xàtiva, Gandia, Sueca, Alzira y Torrent

11/12/2015
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Decreto 225/2015, de 4 de diciembre, del Consell, por el que se declara Bien de Interés Cultural Inmaterial la fiesta de las Fallas de Xàtiva, Gandia, Sueca, Alzira y Torrent (DOCV de 10 de diciembre de 2015). Texto completo.

DECRETO 225/2015, DE 4 DE DICIEMBRE, DEL CONSELL, POR EL QUE SE DECLARA BIEN DE INTERÉS CULTURAL INMATERIAL LA FIESTA DE LAS FALLAS DE XÀTIVA, GANDIA, SUECA, ALZIRA Y TORRENT.

PREÁMBULO

El artículo 49.1.5 del Estatut d’Autonomia de la Comunitat Valenciana establece la competencia exclusiva de la Generalitat en materia de patrimonio histórico, artístico, monumental, arquitectónico, arqueológico y científico. Asimismo, el artículo 26.2 Vínculo a legislación de Ley 4/1998, de 11 de junio, de la Generalitat, del Patrimonio Cultural Valenciano, dispone que la declaración de un Bien de Interés Cultural se hará mediante Decreto del Consell, a propuesta de la conselleria competente en materia de cultura. Todo ello sin perjuicio de las competencias que el artículo 6 Vínculo a legislación de la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español, reserva a la Administración General del Estado.

Asimismo, la Ley 4/1998, de 11 de junio Vínculo a legislación, de la Generalitat, del Patrimonio Cultural Valenciano, en su artículo 45 dispone que serán declarados Bienes de Interés Cultural las actividades, conocimientos, usos y técnicas que constituyen las manifestaciones más representativas y valiosas de la cultura y los modos de vida tradicionales de los valencianos.

Igualmente, podrán ser declarados Bienes de Interés Cultural los bienes inmateriales que son expresiones de las tradiciones del pueblo valenciano en sus manifestaciones musicales, artísticas, gastronómicas o de ocio; en especial aquellas que han sido objeto de transmisión oral, y las que mantienen y potencian el uso del valenciano.

Mediante Resolución de 23 de marzo de 2015, de la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte, se acordó tener por incoado un expediente para la declaración como Bien de Interés Cultural Inmaterial a favor de la fiesta de las Fallas de Xàtiva, Gandia, Sueca, Alzira y Torrent.

En la tramitación del expediente se ha concedido trámite de audiencia a los Ayuntamientos de Xàtiva, Gandia, Sueca, Alzira y Torrent, y a sus juntas locales falleras.

En cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 27 Vínculo a legislación de la Ley 4/1998, de 11 de junio, de la Generalitat, del Patrimonio Cultural Valenciano, constan en el expediente los informes favorables de la Universitat de València, la Universitat Catòlica de València, el Consell Valencià de Cultura y la Real Academia de Bellas Artes de San Carlo.s de Valencia.

Por todo ello, cumplidos los trámites previstos en el artículo 43 Vínculo a legislación de la Ley 5/1983, de 30 de diciembre, de la Generalitat, del Consell, y en los artículos 26 Vínculo a legislación y siguientes de la Ley 4/1998, de 11 de junio, de la Generalitat, del Patrimonio Cultural Valenciano, a propuesta del conseller de Educación, Investigación, Cultura y Deporte y previa deliberación del Consell, en la reunión del día 4 de diciembre de 2015, DECRETO

Artículo 1. Objeto

Se declara Bien de Interés Cultural Inmaterial la fiesta de las Fallas de Xàtiva, Gandia, Sueca, Alzira y Torrent.

Artículo 2. Descripción del Bien y valores

La descripción del bien y sus valores se hace constar en el anexo del presente decreto.

Artículo 3. Medidas de protección

La Generalitat velará por el normal desarrollo y la pervivencia de esta manifestación cultural y tutelará la conservación de sus valores tradicionales. Cualquier cambio que exceda el normal desarrollo de los elementos que forman esta manifestación cultural deberá comunicarse a la dirección general competente en materia de patrimonio cultural, para que, en su caso, emita la autorización administrativa y consiguiente modificación de la presente declaración.

La gestión de la fiesta la ostentarán las juntas locales falleras, encargadas de organizar los actos centrales. Éstas, en conjunción con los demás actores, serán quienes decidan sobre aspectos materiales e inmateriales, así como el desarrollo de los actos de la festividad anual.

Del mismo modo, las administraciones públicas fomentarán la difusión de este Bien, garantizarán su estudio y documentación con criterios científicos, e incorporarán los testimonios disponibles a soportes materiales que garanticen su pervivencia.

DISPOSICIONES ADICIONALES

Primera. Publicación e inscripción

El presente decreto se publicará en el Diari Oficial de la Comunitat Valenciana y en el Boletín Oficial del Estado, y la declaración se inscribirá en la sección primera del Inventario General del Patrimonio Cultural Valenciano, comunicándose, asimismo, al Registro General de Bienes de Interés Cultural, del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

Segunda. Ausencia de incidencia en el gasto público de la presente disposición

La aplicación y desarrollo del presente decreto no podrá tener incidencia alguna en la dotación de todos y cada uno de los capítulos de gasto asignada a la Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte, y, en todo, caso deberá ser atendida con los medios personales y materiales de esta Conselleria.

DISPOSICIÓN FINAL

Única. Entrada en vigor

El presente decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el Diari Oficial de la Comunitat Valenciana.

ANEXO

1. Exposición de motivos La fiesta nace en Valencia en el siglo XVIII, pero desde mediados hasta finales del siglo XIX se expande a las poblaciones de Xàtiva, Sueca, Gandia, Alzira y Torrent, trascendiendo así su ámbito originario para convertirse en una expresión simbólica de la identidad regional valenciana.

Las Fallas, como cualquier fiesta de índole tradicional, son el resultado de los procesos sociales e históricos, y están insertadas en la cultura popular con características y valores propios. Tienen un alto grado de popularidad, de conocimiento y participación de la forma cultural y su identificación con el pueblo. Contienen características únicas, peculiares, que las dotan de gran especificidad y particularidad; la construcción del propio monumento las distingue de otras festividades relacionadas con el fuego. Además, son reconocidas por sus valores estéticos, técnicos, creativos y literarios. El arte efímero es especialmente visible en el trabajo de los artistas falleros y en la pervivencia de sus talleres a lo largo del tiempo, muchos de los cuales han pasado de generación en generación.

Los monumentos falleros son el eje central y originario de la fiesta;

la falla, entendida como el objeto físico monumental, es una obra que tiene una gran influencia de aspectos muy diversos y que ha ido configurándose a lo largo del tiempo dentro de una especie de montaje escénico, incluso teatral, que ha culminado en una estructura de forma piramidal y vertical por lo general, en la cual predomina el abigarramiento y la superposición de elementos con cierto riesgo compositivo.

El monumento es el núcleo central, el eje sobre el cual se fragua el ritual en el que él es el primer protagonista, pero no el único. La unión colectiva que discurre en forma de diversas manifestaciones a su alrededor está muy pautada por toda una serie de mecanismos que se han ido estableciendo a lo largo del tiempo. Esta tradición se conserva y se respeta ritualmente, se proyecta hacia el futuro como un conjunto que refleja la identidad en el cual la simbiosis ritual se mezcla con la indumentaria, la pirotecnia, la música, la literatura Un todo que se articula a través de cada individuo que, al sentirse parte de ello, es el vehículo transmisor en una cadena que cada vez se hace mayor por la popularidad y la difusión de la fiesta junto al apoyo colectivo.

Es la fiesta que más proyección tiene, englobando a estas ciudades y sus alrededores en comisiones que articulan los actos en cada barrio y con una junta local que se encarga de organizar aquellos que aglutinan a todas las comisiones. La complejidad del fenómeno fallero ha ido creciendo con el tiempo y, para ello, las fallas han sabido adaptarse, organizándose cada vez más eficazmente para consolidar una fiesta única en el mundo. En ella se dan una serie de procesos rituales que se conforman como un todo común que han pasado de generación en generación y se han ido perfilando, adaptando y consolidando hasta establecerse una tradición. Todo ello culmina el día 19 de marzo en la cremà. Después de secuenciar un ritual que empieza el día de la plantà, donde toda una serie de elementos van fijando aquellos elementos que conectan y contribuyen a corporeizar la fiesta.

Por ello, en conclusión, además de razones históricas -poblaciones que plantan fallas más que centenarias-, artísticas, literarias, musicales, asociativas y populares, las fallas de Xàtiva, Gandia, Sueca, Alzira y Torrent se declaran Bien de Interés Cultural (BIC) Inmaterial al ser las representantes de la que se enmarcan dentro de la llamada primera época de imitación de la fiesta fallera, una etapa comprendida entre 1850 y 1900, siendo los primeros ejemplos de la difusión de la fiesta de la capital y las primeras poblaciones que plantaron monumentos: Xàtiva en 1865, Gandia y Sueca en 1876, Alzira en 1889 y Torrent en 1900.

2. Datos sobre el bien objeto de la declaración 2.1. Denominación:

La fiesta de las Fallas de Xàtiva, Gandia, Sueca, Alzira y Torrent.

2.2. Localidades.

Xàtiva, Gandia, Sueca, Alzira y Torrent.

2.3. Fecha de realización.

Semana fallera, del 14 al 19 de marzo.

2.4. Actores.

Las comisiones falleras que se reúnen en los casales u otros lugares durante todo el año para debatir sobre diversos aspectos de la festividad y realizar celebraciones de naturaleza cultural (teatro, poesía, danza, entre otros) y lúdica (actividades deportivas, etc.).

2.5. Descripción del bien:

2.5.1. Fallas de Xàtiva.

La tradición de plantar fallas viene, que se tenga referencia escrita, desde 1865, año en que la plaça de la Trinitat plantó el primer monumento fallero de la ciudad, La peixca del aladroch, que hacía alusión a la pesca de la anchoa para, de una manera satírica, criticar otro tipo de pesca común entre los sexos.

En el año 1866, con la falla y libro titulados La cruz del matrimonio, se produce la censura eclesiástica y la prohibición de ser plantada en las calles de Xàtiva. El año siguiente volvió a plantarse falla, en la misma plaza, con el lema Eclipses del matrimonio. Estas tres fallas, a falta de más estudios y documentos, se consideran las únicas realizadas en el siglo XIX en la ciudad de Xàtiva.

En el siglo XX, salvo una falla que en 1922 fue quemada en Bellveret, junto a la ermita de San José, en la pendiente del castillo, confeccionada aprovechando la deteriorada Tortuga del Corpus, el momento de mayor esplendor de esta fiesta en Xàtiva se produce entre 1932 y 1936, donde año tras año va creciendo el número de fallas plantadas y, por tanto, el de comisiones constituidas, llegando a comprender todos los barrios existentes en la ciudad.

Con la llegada de la Guerra Civil se corta una línea ascendente de la fiesta fallera. Así, cuando en 1941 se reinicia la costumbre de plantarlas, solo una es la que se quema. Después, poco a poco, un prolífico número de comisiones volverá a reemprender el vuelo a mediados de los años cuarenta.

La Junta Local Fallera es la entidad que aglutina y coordina la actividad común de las 19 comisiones existentes en Xàtiva, cuyos antecedentes provienen del Comité Central Fallero que se constituyó por primera vez en la ciudad en el año 1933. Después de algunos vaivenes, y bajo la tutela del Ayuntamiento y con su patrocinio económico, la Junta ha acabado consolidándose. Actualmente el alcalde ostenta el título de presidente nato, mientras que el presidente ejecutivo es elegido por los presidentes de las comisiones, entre personas del mundo fallero.

Las fallas que se plantan en la vía pública son 19 grandes, que, sumadas a las infantiles, hacen un total de 38, correspondientes a las 19 comisiones falleras locales; a las que, algunos años, hay que sumar la falla municipal del Ayuntamiento, gestionada por la Junta Local Fallera de Xàtiva.

El programa oficial que se diseña para todo el año, principalmente para los días de la semana fallera, es de lo más variado: campeonatos deportivos, de juegos de salón, Mig Any Faller, concursos de teatro, rallies humorísticos, condimentación de paellas, actas de las presentaciones de las distintas falleras mayores, cabalgatas, desfiles, actuaciones musicales, ofrenda de flores a la Virgen de la Seo; la Semana Cultural Fallera, con exposiciones, conferencias, proyecciones, conciertos, etc., finalizando con la quema de las fallas, acto que deja paso a un nuevo ciclo, y así un año tras otro.

2.5.2. Fallas de Gandia.

El inicio de la fiesta fallera aparece documentado hacia finales del siglo XIX, según una crónica del diario Las Provincias de 1876, de sátira moral, plantada en la plaza Mayor de la ciudad. Es muy probable que anteriormente ya se hubieran plantado más monumentos sin que los rotativos se hubieran hecho eco de los mismos.

En 1885 se tiene constancia de otro monumento realizado para la inauguración del puente sobre el río Serpis, que unía el ferrocarril entre Carcaixent-Gandia-Dénia, un monumento que ensalzaba el progreso de manera patriótica y fue patrocinado por el gerente de la línea ferroviaria.

Un impulso muy importante lo dieron los artistas venidos de la capital del Turia Josep Martínez y Francesc Sambonet. Conocidos como “Els doradors”, a su llegada a Gandia abrieron una tienda de carpintería religiosa y promovieron la costumbre de plantar falla el día de San José.

En 1904 Martínez y Sambonet plantaron una falla que criticaba a las autoridades por el mal funcionamiento del alumbrado público y el agua potable; los cargos relevantes de la ciudad lo tomaron como un desprestigio y la fiesta fue reprimida. En esta primera época la falla dependía de la iniciativa particular, así que el desánimo cundió entre los vecinos ante la posibilidad de conflicto con las autoridades.

En los primeros momentos de la fiesta fallera esta se enmarcaba en las celebraciones de barrio. Por iniciativa vecinal (particular o conjunta) o de algún patrocinador, en la víspera de San José se levantaba el monumento y se quemaba la misma noche. No había la estructura organizativa que existe en la actualidad.

No será hasta 1927 cuando el movimiento intermitente de imitación de la fiesta pasará a ser continuo y de plena implantación en la ciudad, con el nacimiento de la primera comisión fallera. A partir de este momento se construyen monumentos todos los años, unas veces con más repercusión local y otras con menos. En 1929 se formaron cinco comisiones, mientras que en 1933 solo se plantó una falla.

Para retomar de nuevo el impulso fallero, entre 1934 y 1935 se constituyó el Comité Fallero. El influjo de Valencia, que organizaba la fiesta con un comité propio, hizo que Gandia viera la necesidad de organizar la fiesta en torno a un organismo articulador.

De esta forma, por primera vez en 1935 se elige el ninot indultat y en 1936 la fallera mayor de la ciudad, se crean nuevas comisiones y el ambiente de optimismo generalizado hace que la fiesta sea muy participativa, con diferentes actos populares. La integración de la fiesta en el entramado social de la ciudad de Gandia se había conseguido con creces, ya en que esos momentos era la fiesta que más atención recibía por parte de la ciudadanía. Tras el conflicto civil, en la posguerra, en 1940, se improvisó una falla, prueba de que la fiesta había enraizado en la ciudad.

La Junta Local Fallera, organismo que se encarga de regular y gestionar la fiesta independientemente de cualquier organismo público, fue creada en el ejercicio 1946-1947. Desde dentro de las comisiones surgió este organismo cohesionador que pone de manifiesto su capacidad como elemento asociativo y ejecutivo. El Ayuntamiento manifestó su apoyo total hacia la creación de la entidad fallera concediéndole amplia autonomía y autoridad. Además se creo la revista Foc i Flama, que ha perdurado hasta nuestros días y en ella aparecen todas las comisiones y los bocetos de fallas con su explicación correspondiente, de esta forma se han podido recopilar las críticas y la sátira de los monumentos falleros hasta hoy en día.

A partir de este momento las fallas de Gandia empiezan a tener una identidad propia y las comisiones fueron formándose cada vez en mayor número: de las 8 que se erigieron en 1947 llegamos a las 23 que tenemos en la actualidad.

Esta institución esta centrada en dotar a la fiesta de mecanismos legales e institucionales, la organización de todos los actos, y su correcto funcionamiento están recogidos en el reglamento de 2006. De esta manera, la articulación de la fiesta se basa en unas normas consensuadas por las 23 comisiones actuales, y la Junta Local Fallera, elegida democráticamente por todas las fallas, se encarga de hacer que se cumpla.

La casa de los falleros en la ciudad de Gandia es el Museu Faller de Gandia, un edificio construido en 2008 y que es la sede del gobierno de las fallas en la ciudad; un elemento que las diferencia en todo el ámbito fallero, ya que es el único centro de interpretación de las fallas reconocido por la Generalitat y, además, pertenece a la Xarxa de Museus de la Diputació. Recientemente ha pasado a formar parte del ICOM (Consejo Internacional de Museos), con sede en París, Francia.

2.5.3. Fallas de Sueca.

La primera falla se plantó en Sueca el año 1876, aunque existen datos de que la fiesta se remonta aún más atrás, si se da credibilidad a la celebración del centenario de una falla en 1954, fechándose así su origen en el año 1854. Aunque no existe testimonio documental que lo avale, se dice que el suecano Josep Bernat i Baldoví, poeta y escritor de llibrets de falla, transformó con ingenio singular el modo tradicional de hacer fallas, surgiendo la falla moderna, que tomó el nombre de falla rodada o falla argumental, plantándose en Sueca en ese año en la confluencia de las calles de la Figuera y de Sant Miquel con el de la Mare de Déu. El entarimado montado respondía al argumento ¿I si t’adobes? Al año siguiente, 1855, la falla de argumento es llevada a Valencia con el diseño de Bernat i Baldoví, quien escribió el llibret de versos inefables explicativos del cadafal de la sátira El conill, Visanteta y don Facundo-Historia de la falla de sen Chusep de la Plaseta del Almudí.

Destaca, en cuanto al valor cultural, el concurso de sainetes que organiza la Junta Local Fallera, con gran participación de las comisiones falleras. Igualmente y en colaboración con el Ayuntamiento se edita la colección “Els nostres sainets”, iniciativa con la que el mundo de las fallas en Sueca reafirma su compromiso con la publicación de la citada colección y la convocatoria de un concurso de redacción de sainetes.

2.5.4. Fallas de Alzira.

La víspera del 19 de marzo de 1889, un grupo de vecinos de la plaça de Casasús, más conocida como la placeta de les Gallines, plantó y quemó una falla. Este hecho lo conocemos porque el periódico Las Provincias escribió esta noticia el 21 de marzo de dicho año: “En la plaza de Casasús de Alcira, levantó el vecindario una bonita falla, la víspera de San José, que fue durante el día muy visitada y quemada por la noche ante grandísima concurrencia”. Posiblemente aquella no fuera la primera falla de Alzira, puede ser que en años anteriores grupos de vecinos plantaran y quemaran alguna falla imitando la fiesta de la ciudad de Valencia, pero el hecho es que de ninguna de aquellas nos ha quedado constancia escrita. Así pues, debemos considerar que aquella falla plantada y quemada en la plaza de Casasús en 1889 fue la primera falla conocida de Alzira. Después de esta falla ya no tenemos noticias de otra hasta finales del siglo XIX, con el tema de la pérdida de los últimos territorios coloniales y los soldados que se iban allá a la guerra y no volvían a casa, falla que se plantaría el año 1898, más o menos.

Las fallas de Alzira tienen un gran arraigo, reuniendo historia, tradición, cultura, fiesta..., dando lugar a que generaciones y generaciones de alzireños, de nacimiento y de adopción, hayan podido integrarse en las costumbres y vivencias que, compartidas, se han convertido en uno de los principales elementos vertebra-dores de la sociedad alzireña.

La totalidad de comisiones falleras han ido optando por constituirse en asociaciones culturales, un carácter que les viene dado por su intensa actividad a lo largo de todo el ejercicio fallero: ediciones de libros, carteles, postales, llibrets de falla, puesta en escena de piezas teatrales en valenciano, cursos de dolçaina i tabal, danzas tradicionales, cant en valencià, etc. Sin olvidar la vertiente artística y artesanal de los creadores de los ninots y monumentos, los artistas falleros que han mantenido métodos artesanales y han aportado también al colectivo sus innovaciones, además de su creatividad artística, cuyas obras más destacadas se muestran en la anual Exposición del Ninot. Los ninots indultados de la cremà de cada año pasan a formar parte del Museu Faller d’Alzira.

La gestión de este Museo, así como de todas las actividades que comparten las diferentes comisiones, está a cargo de la Junta Local Fallera, constituida en 1944: mascletades, pasodobles, teatro en valenciano, exposiciones del ninot e indumentaria, crida desde el balcón del Ayuntamiento, ofrenda de flores a la Virgen del Lluch y San José, etc.

2.5.5. Fallas de Torrent.

Sabemos de la primera falla por un hallazgo casual en la prensa del cambio de siglo, exactamente en la publicación El Torrentino, en el número 12 de fecha 25 de marzo de 1900, en la segunda columna de la tercera hoja, se lee en la sección “Cosas de casa”:

“Nuestro alcalde es tan aficionado a las fiestas de San José, que en el presente año ha tenido por conveniente autorizar la instalación que todo el pueblo ha visto en la plazuela de frente a la casa de Calabuig.

Suponemos que dicha autorización habrá sido pedida y concedida con las debidas formalidades legales, por cuanto a pesar de que, según de público se dice, era para ridiculizar a determinadas personas, dos de ellas íntimas del alcalde, no la ha prohibido. ¿Qué habrá movido a dicha autoridad para no hacer desaparecer tal falla, será la ley, será el gusto de ridiculizar a la tercera persona, si es esto, tanto puede el odio que no respeta la amistad de los suyos? Nos alegramos vernos reproducidos y asistimos a la quema, y por cierto que fuimos el último que caímos.” Estas breves líneas son utilizadas para atacar a la alcaldía de la época con sarcasmo irónico, y en este contexto aparece la citada publicación de la planta de la falla, situada en la antigua calle del Pi, posteriormente denominada de Cambrils, y actualmente de la Mare de Déu de l’Oliva.

Esta falla se enmarca dentro de la llamada primera época de imitación de la fiesta fallera. A medida que se difunde la fiesta de la capital, las poblaciones con fuertes núcleos urbanos la imitan, de forma espontá- nea y con una organización de iniciativa vecinal o incluso simplemente familiar, como es el caso de la Falla de Cambrils de 1923, y muy probablemente también aquella de 1900.

En el año 1942 se funda la primera comisión en Torrent, la Falla de la plaza del Caudillo, que fue la única falla que se plantó ese año. En cuanto a las fallas infantiles, no será hasta 1948 cuando una comisión plante la primera, aunque anteriormente se habían realizado algunas fallas infantiles de iniciativa vecinal o particular, como una que plantó un joven vecino de Torrent en la puerta de su casa en 1934. Ya en 1955 plantan falla cinco comisiones y, tras los graves incidentes del año 1957, en que se desmontaron las fallas ya plantadas como reacción frente a una ordenanza municipal, las fallas de Torrent han ido expandiéndose hasta las 58 comisiones falleras actuales.

3. Definición del ámbito espacial y temporal En lo referente al ámbito espacial, hay que señalar que las Fallas son una fiesta de vecindad que se caracteriza y delimita fundamentalmente por tener como centro neurálgico la calle o la plaza donde se planta el monumento, desde el que se extiende por las inmediaciones y calles adyacentes.

El ámbito temporal se concreta del 14 al 19 de marzo, precedido de los actos preliminares que anuncian dicha fiesta.

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