Este artículo pretende alumbrar posibles respuestas a los porqués de la razón de ser y la legitimidad en torno a la política migratoria europea, especialmente dirigida a los flujos migratorios por vía marítima y terrestre desde África hasta España. El empeño de la Unión Europea y del Estado español por el control de sus confines en detrimento del escrupuloso respeto de los derechos humanos que enarbola su identidad social y jurídica los sitúa en una incómoda encrucijada. Sin embargo, estas prácticas selectivas y excluyentes intentan ser legitimadas –entre otras cosas– por la ciencia. Se propone poner en duda las bases de la lógica común que atraviesa a determinadas corrientes de pensamiento de las criminológicas tradicionales para analizar el impacto de sus propuestas en las políticas públicas –especialmente penales–, usando como ejemplo la política migratoria europea.
1. INTRODUCCIÓN. 2. CONTEXTO MIGRATORIO EN LA FRONTERA SUR ESPAÑOLA. 2.1. La migración como <> del siglo XXI. 2.2. Seguridad y Estados de excepción permanente: la tanatopolítica. 3. LA LÓGICA DE LA CRIMINOLOGÍA TRADICIONAL Y SU IMPACTO EN LA POLÍTICA PÚBLICA. 3.1. La(s) criminología(s) tradicional(es) como ciencia categórica y legitimadora de la exclusión de “el otro”: previendo más que el delito. 3.2. El proyecto político de la criminología tradicional: control, castigo y exclusión “por seguridad”. 3.2.1. Control automático y resignificación de la dependencia. 3.2.2. Limpieza social. 3.3. El reflejo de la criminología en la política migratoria europea: control securitario de confines e inclusión subordinada. 4. CONCLUSIONES: MIGRAR ES UN ACTO DE RESISTENCIA CONTRA LA SEGURIDAD “CIVILIZADA”.
This article aims to illuminate possible answers to the reasons why European migratory policy exists and its legitimacy, especially focused on migratory flows by sea and land from Africa to Spain. The commitment of the European Union and the Spanish State to control their borders at the cost of not respecting the human rights that govern their social and legal identity, places them at an uncomfortable crossroads. However, these selective and excluding practices try to be legitimized –among other things– by science. It is proposed to question the bases of the common logic that crosses certain currents of thought of traditional criminology to analyze the impact of their proposals on public policies -especially criminal- using the European migration policy as an example.
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