BRUSELAS, 8 (EUROPA PRESS)
El pleno del Parlamento Europeo ha aprobado este miércoles por mayoría sus recomendaciones para negociar el acuerdo comercial y de inversión entre la Unión Europa y Estados Unidos (TTIP, por sus siglas en inglés), incluido que se garantice la protección de los derechos de los trabajadores y de los servicios públicos y reclama un nuevo sistema de resolución de disputas entre inversores y Estados que sustituya al propuesto en la actualidad, el punto más polémico del acuerdo.
Los eurodiputados han aprobado una resolución no vinculante sobre sus líneas rojas en la negociación de un acuerdo, que piden que sea "ambicioso" y "equilibrado", por 436 votos a favor, 241 en contra y 32 abstenciones. La Izquierda Unitaria Europea y los Verdes han rechazado de plano el acuerdo con Estados miembros, mientras que los grupos mayoritarios --populares, socialistas, conservadores y liberales-- han respaldado las negociaciones.
En el caso del punto más polémico del acuerdo, el mecanismo de resolución de disputas comerciales entre inversores y países (ISDS, por sus siglas en inglés), los eurodiputados ha aprobado una propuesta de compromiso tras tensas y largas negociaciones -por 447 votos a favor, 229 en contra y 30 abstenciones-- en el que reclaman reemplezar el sistema de arbitraje privado previso por el mecansimo actual por un nuevo sistema judicial gestionado, que serán nombrados de forma público y estar sujeto a normas de control y transparencia.
Así, el nuevo sistema, sostiene, deberá estar "sujeto a los principios y el control democrático", gestionar los asuntos "de manera transparente" y compuesto por "jueces profesionales, independientes y designados públicamente en audiencias públicas", al tiempo que incorporará un mecanismo de apelación.
Los eurodiputados tambiën dejan claro que el nuevo sistema deberá respetar la jurisdicción de los tribunales de los Estados miembros y la UE y asegurar que los intereses privados no socavan los objetivos de las políticas públicas.
"Los tribunales privados de los órganos de resoluciön de disputas no serán incluidos en el acuerdo comercial. Tenemos un nuevo sistema. Será un tribunal público", ha explicado en rueda de prensa el eurodiputado responsable de las negociaciones sobre el TTIP, el eurodiputado socialdemócrata alemán, Bernd Lange, que no ha ocultado su satisfacción de que los eurodiputados hayan logrado "resolver este problema".
El pleno de la Eurocámara ha reclamado también que el acuerdo amplíe el acceso al mercado para bienes y servicios y la contratación pública y dejar de lado las barreras no arancelarias. En concreto, debe incluir la supresión de las barreras existentes en EEUU a la propiedad extranjera en el sector de servicios de transporte y las aerolíneas, mejorar el acceso europeo al mercado estadounidense de telecomunicaciones y lograr una apertura significativa del mercado de contratación pública en todos los niveles de la Administración de EEUU.
Los eurodiputados también reclaman excluir los servicios públicos del acuerdo, proteger el sistema europeo de indicaciones geográficas y un trato especial para algunos productos agrícolas e industriales sensibles, al tiempo que proponen el "reconocimiento mutuo de los estándares equivalentes" para reducir la carga burocrática, pero dejando claro que "no puede haber acuerdo" en áreas en que las prácticas en EEUU son "muy diferentes", como la autorización de productos químicos, organismos genéticamente modificados, uso de hormonas en el sector bovino, sustancias para clonación y alteración endocrina.
También exigen que se evite el dumping social y se garantice la protección elevada de los consumidores europeos, incluida su salud y sus datos.
"Las compañías en EEUU tienen que cumplir con las normas de protección laboral que tenemos aquí en Europa. Esto queda extremadamente claro", ha explicado el eurodiputado socialista alemán. "No habrá dumping medioambiental ni dumping social", ha apostillado, al tiempo que ha subrayado la importancia de promover una lista positiva con los servicios autorizados por los reguladores, que serían los que estarían abiertos al mercado para los inversores y proveedores extranjeros y garantizaría el trato "igualitario" para proveedores extranjeros o nacionales.
Lange, que ya avisó ayer durante el debate en la Eurocámara previo al voto que si el acuerdo "final" es "malo" los eurodiputados lo rechazarán, ha admitido que la ratificación del acuerdo por la Eurocámara -que sólo puede votar a favor o en contra pero no modificarlo_es complicado, aunque podría ocurrir "al final de la legislatura parlamentaria en 2018 o 2019" si ambas partes concluyen el acuerdo en 2017.
La Izquierda Unitaria Europea, incluidos los eurodiputados de Podemos y de la Izquierda Plural, ha votado en contra de la negociación del acuerdo porque llevará a la deslocalización de al menos un millón de puestos de trabajo en la UE y por "la resistencia" de la opinión pública "impresionante" al acuerdo, según ha explicado el ponente en la sombre del grupo, Helmut Scholz, que ha rechazado el nuevo mecanismo ISDS propuesto. "El mismo principio de ISDS debe abandonarse porque su objetivo es dar a las corporaciones más derechos que a los ciudadanos", ha zanjado.
El grupo de los verdes también ha votado en contra del acuerdo comercial con Estados Unidos y han denunciado la presión del presidente de la Eurocámara, el eurodiputado socialista alemán, Martin Schulz, para "imponer" un acuerdo de compromiso de ISDS, respaldada por socialistas, conservadores y liberales, ha denunciado el eurodiputado ecológico Yannick Jadot, acusándole de excesos "antidemocráticos".
El Partido Popular Europeo apoyó la negociación con Estados Unidos por los beneficios que aseguran traerá para los ciudadanos. Y el portavoz de Comercio de la formación, Daniel Caspary, reclamó en el debate que los oponentes del acuerdo "dejaran de meter miedo" con "medidas verdades y mentiras" sobre lo que significa el acuerdo.
El presidente del grupo de los socialistas, el eurodiputado italiano Gianni Pittella, ha defendido que un acuerdo "bueno y justo" puede traer "muchos" beneficios para ciudadanos y empresas y ha celebrado que se hayan incorporado "todas" las exigencias del grupo en la negociación, "incluido el fin del ISDS en los acuerdos comerciales", que debe "sustituirse por un nuevo sistema público y transparente de protección de la inversión, en la cual los intereses privados no pueden socavar la política pública".
El líder de los liberales, Guy Verhofstadt, ha respaldado también el acuerdo con Estados Unidos y ha considerado que el respaldo de la Eurocámara "supone un mazazo" contra aquellos que defienden que el acuerdo se está negociando "sin consultar a los ciudadanos de Europa" y ha pedido "no desperdiciar tiempo" para sellar un acuerdo, cuya décima ronda de negociaciones se celebrará en Bruselas entre el 13 y 17 de julio.
También los conservadores han respaldado la negociación del acuerdo, que podrían traducirse en un beneficio para la economía europea de hasta 120.000 millones de euros. "Celebro el hecho de que tras semanas de ping-pong parlamentario y los intentos de los eurodiputados socialistas y los proteccionistas para descarrillar el proceso finalmente tenemos una claro respaldo al TTIP", ha dicho la portavoz del grupo, Emma McClarkin.
La comisaria de Comercio, Cecilia Malmström, ha celebrado el respaldo "fuerte" de la Eurocámara y ha admitido que el voto "también señala que el antiguo sistema de resolución de disputas inversores-estados no debe y no puede reproducirse en el TTIP", al tiempo que ha prometido que se implicará un acuerdo ambicioso, completo y equilibrado, el único que recibirá el visto bueno de la Eurocámara.
