MADRID, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
Así se ha acordado en la reunión de apenas 45 minutos que el grupo de trabajo para la reforma del Reglamento de la Cámara ha celebrado este martes en el Congreso, tras anularse la cita prevista para la semana pasada.
Cuando arrancó este proceso, los grupos parlamentarios ya acordaron ir debatiendo por partes la reforma reglamentaria para evitar que un escollo puntual pudiera dar al traste con todo el conjunto como ocurrió en 2005 bajo la presidencia de Manuel Marín.
El primero de estos once bloques se refiere al procedimiento legislativo, que suscita más consenso que otros asuntos más espinosos como el control parlamentario del Gobierno, los deberes de los diputados o el uso de las lenguas cooficiales.
UN TEXTO ARTICULADO QUE AHORA HAY QUE ANALIZAR
El PP presentó este lunes a la oposición un texto de 20 folios que recoge un texto articulado regulando la tramitación parlamentaria de las leyes en el Congreso, sumando las aportaciones que se han venido discutiendo en los últimos meses. A priori hay consenso, pero la oposición ha pedido tiempo para estudiar el texto.
El ponente del PSOE, Pablo Martín Peré, ha cuestionado las formas del PP subrayando que esta reforma, dado que es "ciertamente compleja", requiere "buena voluntad" por parte del grupo mayoritario. En todo caso, ha admitido que hay "consenso en las ideas básicas". El Grupo Popular ha prometido que la próxima vez distribuirá los textos antes de las reuniones.
Los cambios a introducir en el procedimiento legislativo pretenden conseguir un Parlamento "más cercano y participativo", según ha comentado la ponente del PP, Arenales Serrano, y, para ello, se potenciará el portal web del Congreso para que los ciudadanos puedan hacer sugerencias por escrito, para agilizar la recogida de firmas en apoyo de Iniciativas Legislativas Populares (ILP) y para que los grupos de interés (lobbies) o los afectados por una determinada ley puedan pedir audiencia ante los diputados.
La reforma diferenciará el papel del Pleno y el de las ponencias y las comisiones. En concreto, quieren reservar para el hemiciclo los debates eminentemente políticos --los que versan sobre los principios generales de las leyes y su oportunidad-- y dejar para la ponencia y la comisión los aspectos más técnicos.
También hay acuerdo la conveniencia de que el Gobierno remita al Congreso para su publicación en la página de Internet de la Cámara toda la documentación relativa a los proyectos legislativos, y se recoge una propuesta del del PP para crear un mecanismo de control de la eficacia de las leyes que aprueba la Cámara.
Lo que ha quedado fuera de este bloque es cómo y dónde podrá presentarse en el Parlamento una Iniciativa Legislativa Popular (ILP), ya que no hay acuerdo entre el PP, que prefiere ubicar esta comparecencia en comisión, y la oposición, que apuesta por dejar intervenir a los promotores en el Pleno de la Cámara. Este asunto se traslada a los trabajos de regeneración democrática que van a acometerse este trimestre.
LOBBIES Y PGE, SEGUNDO BLOQUE
Los grupos aprovecharán las próximas semanas para pulir el texto articulado con el fin de que en su próxima reunión, el 20 de octubre, intentar cerrar ya una redacción definitiva. Después habrá que decidir cómo se tramita, si mediante proposición de ley u otra vía, y cuándo se aprueba. Eso sí, el acuerdo de las primeras reuniones es que los cambios no se aplicarán hasta la próxima legislatura.
Y una vez que se cierre el acuerdo sobre procedimiento legislativo, se pasará al segundo de los once bloques previstos para reformar el Reglamento. El PP quiere seguir con la simplificación de la tramitación de los Presupuestos Generales del estado y con la regulación de los grupos de presión ('lobbies').
