MADRID, 30 Jul. (EUROPA PRESS) -
En una sentencia del Supremo, fechada el 15 de julio y a la que ha tenido acceso Europa Press, el Alto Tribunal confirma las penas por un delito de robo con violencia, detención ilegal y tenencia ilícita de armas.
Los hechos ocurrieron en la mañana del 23 de diciembre de 2011, cuando los cinco acusados se dirigieron a un piso de la calle María Martínez Oviol, en el distrito de Villaverde. Portaban pasamontañas y ciatro pistolas y una de las integrantes de la banda, la única mujer, llevaba un chaleco reflectante para simular ser una empleada de Correos.
Parapetada tras unas gafas oscuras, tocó al timbre de la vivienda y desde el interior un menor de 12 años le explicó que no podía abrir ya que sus padres no se encontraban en casa. Con esta información, tres asaltantes accedieron a la vivienda tras saltar una venta y los otros se quedaban vigilando la puerta.
Dentro amenazaron al menor con una pistola preguntándole dónde guardaban sus padres el dinero. Una hora después llegó su madre, a la que amenazaron con matar a su hijo y a un bebé de dos meses que dormía en su cuna si no se quedaba quieta. La misma suerte corrió poco después una amiga de la familia y el padre.
Tras dos horas y con el botín --138 dólares americanos y unos 2.800 euros en efectos propiedad de los retenidos-- se marcharon a bordo de dos vehículos. Uno de ellos llegó a una vivienda de la calle Urgel y el otro fue interceptado por la Policía. Finalmente la banda entera cayó ese mismo día.
Los detenidos alegaban vulneración del derecho a la presunción de inocencia en la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid. Ahora el Supremo ha confirmado las condenas.
