VALLADOLID, 28 (EUROPA PRESS)
La nueva presidenta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Suprior de Justicia de Castilla y León, con sede en Valladolid, la burgalesa Ana María Martínez Olalla, considera inaceptable la actual situación de pendencia de la misma, que se eleva a los 5.000 casos, y por ello ha solicitado refuerzos materiales y humanos al Consejo General del Poder Judicial para desatascar dicho órgano que, según ha lamentado, ofrece una tutela judicial que "no es la deseable".
La magistrada, quien precisamente ha jurado hoy su cargo y tomado posesión del mismo en el transcurso de un solemne acto desarrollado en una abarrotada sala de jurado de la Audiencia de Valladolid, en la que se han dado cita miembros de la judicatura y representantes de la vida política, social y académica, ha reconocido que la sala cuya presidencia ha pasado a ocupar soporta un "retraso histórico y está muy congestionada", lo que pone en entredicho el derecho a la tutela judicial efectiva del justiciable.
En este sentido, Martínez Olalla ha achacado tal situación a la falta de medios materiales y humanos y a la extensa jurisdicción de la sala, que abarca las provincias de Valladolid, Salamanca, León, Zamora y Palencia, con lo que actualmente el referido órgano, "fundamental dentro del Estado de Derecho porque controla la legalidad en la actuación de las distintas administraciones", registra un retraso de hasta tres años a la hora de resolver asuntos ordinarios y de entre un año y año y medio respecto de los considerados preferentes por afectar a disposiciones generales.
Así, la nueva presidenta, tras recordar, en declaraciones recogidas por Europa Press, que en la sala entran anualmente 2.000 casos, ha insistido en la necesidad de contar con nuevos refuerzos, fundamentalmente tres magistrados más. "Con los magistrados que hay ahora se pueden sacar los asuntos que entran cada año pero no la bolsa que arrastramos", ha advertido Martínez Olalla.
EL AZOTE DEL ALCALDE
A pesar de que dicha sala ha resuelto en los últimos meses distintos casos de forma desfavorable para el Ayuntamiento de Valladolid, su nueva presidenta ha rechazado que este órgano sea el "azote" del alcalde pues, tal y como ha apostillado, "en una sentencia siempre hay alguien que pierde y alguien que gana, unos se lo toman mejor y otros peor, pero no es problema de la sala ya que ésta resuelve con arreglo a Derecho".
En su discurso de toma de posesión, en el que ha estado arropado por su marido e hijos y a los que, con voz entrecortada por la emoción, ha dedicado unas últimas palabras, la magistrada ha recordado sus primeros inicios en esta sala, a la que llegó en 1993 cuando las necesidades de medios materiales y humanos eran aún mucho más acuciantes, y ha aprovechado para reivindicar una mayor presencia de mujeres en el poder judicial y para abogar de forma decidida por la independencia del mismo como garante del sistema democrático.
Pero además, Ana María Martínez Olalla, que sustituye en el cargo a Antonio Jesús Fonseca, tras obtener éste una plaza en la Sala Tercera del Tribunal Supremo, se ha comprometido, como prioridades de su acción de gobierno, a "potenciar una pronta ejecución de las sentencias, resolver en el menor tiempo posible los recursos de apelación y hacer lo propio con la menor dilación de los recursos contra las disposiciones generales".
El acto de toma de posesión ha sido cerrado por el presidente del TJSCyL, José Luis Concepción, quien, en sus primeras palabras, se ha felicitado por el hecho de que tres de las cinco salas de gobierno del tribunal se encuentran presididas por mujeres, en alusión, al margen de la propia Martínez Olalla, a las máximas responsables de la Sala de lo Contencioso Administrativo y la Sala de lo Social, con sede en Burgos, Concepción García Vicario y María José Renedo Juárez, respectivamente, y allí presentes.
Concepción, además de volver a criticar la reforma de la Ley Órganica del Poder Judicial planteada por Ruiz Gallardón, en la línea de lo ya expuesto en el acto de apertura del curso judicial, ha tenido palabras también de agradecimiento para el predecesor de Martínez Olalla en el cargo, Jesús Antonio Fonseca, de quien ha recordado que su labor ha permitido reducir al 50 por ciento el atasco de esta sala, aunque también ha reconocido que "su tiempo de respuesta sigue siendo más dilatado de lo necesario".
Al acto de toma de posesión de la nueva magistrada de la Sala de Gobierno del TSJCyL han asistido, entre otros, vocales del CGPJ, fiscales y magistrados del Tribunal Supremo, representantes del mundo de la judicatura de toda Castilla y León y de distintos colectivos del mundo de la Justicia, así como el delegado del Gobierno, Ramiro Ruiz Medrano; el alcalde de la ciudad, Francisco Javier León de la Riva; el delegado territorial de la Junta, Pablo Trillo; el subdelegado del Gobierno, José Antonio Martínez Bermejo, el presidente de la Diputación, Jesús Julio Carnero, y miembros de distintas formación políticas.
CURRÍCULO DE LA NUEVA PRESIDENTA
Nacida en Miranda de Ebro (Burgos), Ana María Martínez Olalla estudio la carrera de Derecho en la Universidad de Valladolid (UVA) e ingresó en la carrera judicial en 1984. Antes, en 1983, había sido nombrada fiscal, tomando posesión en Sevilla.
Su primer destino como juez fue en Padrón (La Coruña). Tras éste, Martínez Olalla ha sido juez en Sala de los Infantes (Burgos) y magistrada en la Audiencia de Bilbao y en el Juzgado de lo Social número 3 de Valladolid.
Desde 1993 trabaja en la Sala de lo Contencioso Administrativo del TSJCyL, donde ha presidido la Sección Segunda desde 2005, especializada en Urbanismo y Medio Ambiente.
