MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha admitido en el Congreso de los Diputados que las últimas reformas penales que se están aplicando para luchar contra la multirreincidencia y la reiteración delictiva son "si no inoperantes sí muy poco eficientes" por la inexistencia de un registro centralizado de faltas.
En respuesta a una interpelación presentada por el diputado de CiU Jordi Jané, Fernández Díaz ha señalado que el Ministerio de Justicia está trabajando en la creación de este registro y que hasta que se ponga en marcha agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil trabajarán como "oficiales de enlace" con los decanatos de 400 juzgados y tribunales de toda España.
El ministro ha dicho que la creación de estos nuevos puestos, que trabajarán en coordinación con la Oficina de Presentaciones y Comparecencias Apud Acta que se puso en marcha la semana pasada para "suplir la carencia transitoria de registro de faltas", no supondrán la contratación de nuevos efectivos.
Según ha explicado, la retirada de escoltas a jueces y cargos públicos permitirá "liberar a centenares de policías y guardias civiles que van a ser destinados a seguridad ciudadana, al centro de protección de infraestructuras críticas o a delitos cibernéticos", por lo que no será necesaria "variar la oferta de empleo".
REFORMAS ANTES DE AGOSTO
Fernández Díaz también ha adelantado que el Proyecto de Ley Orgánica sobre la Protección de Seguridad Ciudadana y la reforma del Código Penal, que pretende endurecer las acciones de vandalismo callejero con penas de hasta dos años de cárcel, está "muy avanzado" y podría remitirse a las Cortes "antes de llegar a agosto" para "ser discutido en el segundo periodo de sesiones" de este año.
Durante su comparecencia, el ministro ha recordado que el proyecto contempla actualizar el catálogo infracciones y sanciones para perseguir los episodios de violencia en actos públicos, la desobediencia, la resistencia pasiva o la obstaculización de la vía pública.
De igual modo, ha apostado por medidas para luchar contra la multirreincidencia como la no aplicación del tipo penal de hurto a los "delincuentes profesionales"; el robo de cables de cobre, que ha dicho que crea "alarma social"; o la delincuencia patrimonial grave, con "supuestos agravados" cuando el delito sea cometido por el miembro de una banda.
El Gobierno también pretende actualizar el tipo de robo con fuerza o la aplicación de supuestos agravados para casos con "especial intensidad criminal", como "la instalación de túneles, butrones o alunizajes en comercios, los delitos de cara al público o los atracos en almacenes o joyerías".
EXPULSIÓN DE EXTRANJEROS POR HURTOS
También ha recordado que se castigará de forma más dura la reiteración delictiva, se revisará la figura del delito continuado y se modificará el sistema de fijación de la pena, de forma que "cuando los delincuentes multirreincidentes sean ciudadanos extranjeros en situación irregular, se aplicará la expulsión cualificada en condenados por hurto y otros delitos por patrimonio".
El Gobierno también trabaja en una nueva definición de los delitos de alteración del orden público y atentado, así como en la regulación de "supuestos agravados", tales como "llevar armas o instrumentos peligrosos, utilización explosivos, lanzamiento de objetivos contundentes o líquidos inflamables".
Fernández Díaz también ha dicho que se tipificará "la difusión de acciones de alteración del orden público que sean constitutivas de delito", y se regulará la cofinanciación de los costes asociados a seguridad en las competiciones deportivas.
"HISTORIAL DE LOS DETENIDOS"
El diputado de CiU Jordi Jané ha destacado que para hacer frente a la "alarma" que causan las cifras de hurtos, faltas y delitos registrados en 2011 es necesario adoptar medidas como la creación de un registro de faltas que permita "conocer el historial de cada una de las personas detenidas".
"Deberíamos consensuar una respuesta penal más rotunda frente a la multirreincidencia", ha señalado Jané antes de alertar contra el "buenismo" que lleva a catalogar como "una actuación aislada de incivismo" lo que, en su opinión, es "una actitud que lleva el germen de la violencia callejera y de futuras acciones terroristas
