Para la Sala no existe duda que el imputado actuó activamente en los beneficios obtenidos con dinero público por el periodista -también condenado- Antonio Alemany que escribía los discursos políticos al Presidente realzando su actividad política, servicio profesional que consiguió gracias a un concurso impulsado e ideado por el Presidente prevaliéndose de su cargo institucional, recibiendo la correspondiente contraprestación tras la emisión de facturas falsas y notoriamente desproporcionadas, sin que realmente se realizaran todos los servicios profesionales especificados en el contrato celebrado; además, el periodista obtuvo una subvención beneficiándose de forma particular gracias a la intervención de Jaume Matas, cargándose a la Administración gastos de la actividad subvencionada y otros ajenos a la misma. A juicio de la AP, ha quedado acreditado que se inició de oficio un expediente de contratación con una causa falsa; que la conveniencia de externalizar una asesoría en materia de comunicación, especializada en estudio de medios, mensajes y audiencia, se ha revelado de auténtico disfraz, que únicamente perseguía la aprobación del gasto por unos servicios que, ab initio, se sabían no iban a prestarse.
Sentencia de la Audiencia Provincial de Palma de 19 de marzo de 2012